El rey ha decidido adoptar una serie de medidas para mejorar y renovar la Casa Real, como someter sus cuentas a auditoría externa a partir del año próximo, preparar un código de conducta con principios de buen gobierno aplicables a sus miembros y regular los regalos que recibe la Familia Real.
Sus integrantes sólo podrán desempeñar a partir de ahora sus tareas institucionales de forma exclusiva y los de la "familia del rey", como las dos hermanas de Felipe VI, no percibirán retribución alguna y sólo podrán asistir a actos institucionales de manera excepcional.
Por otro lado, según ha informado fuentes de la institución, la Casa del Rey contará con asesoría jurídica permanente de la Abogacía del Estado y también de la Secretaría de Estado de Comercio, en este caso para promocionar los intereses económicos españoles.
De esta forma ningún miembro de la nueva Familia Real conformada por Felipe y Letizia, los reyes Juan Carlos y Sofía, la princesa de Asturias y la infanta Leonor, podrá ejercer otra actividad que no sea la institucional, algo que sí ocurría antes con las infantas Elena y Cristina, ambas con trabajos remunerados que todavía mantienen.