En rueda de prensa tras la última reunión del Consejo de Ministros en 2015, el candidato del PP afirmó que su intención es presentarse al debate de investidura y que va a intentar la formación de Gobierno con un amplio apoyo parlamentario.
"Lo más razonable y lo que más se ajusta a la voluntad mayoritaria del conjunto de los españoles" manifestada en las urnas, dijo Rajoy, pasa por "formar un gobierno de amplio apoyo parlamentario que sea capaz de gobernar, genere confianza dentro y fuera de España y que proporcione estabilidad y certidumbre al conjunto de los agentes económicos y sociales, y a los inversores y, en general, al conjunto de nuestros compatriotas".
Rajoy defendió que está legitimado para intentar formar gobierno al ser el candidato del partido que ganó las elecciones con "casi siete puntos de ventaja sobre el segundo y 1,7 millones de votos más que el PSOE".
El líder del PP afirmó que las reuniones que ha mantenido con los dirigentes de otros partidos no son más que una primera ronda de contactos y que él no ha demandado ningún apoyo.
En ese sentido, el jefe del Ejecutivo en funciones confirmó que ha mantenido una conversación con el Lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, de cuyo contenido no dio ningún detalle, y descartó mantener contactos con representantes del nacionalismo catalán, ya que, dijo, "es muy complicado pedir apoyo, no lo voy a hacer, con quienes quieren romper España".
Por otro lado, Rajoy criticó que el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, acudiera a la reunión que mantuvo con él para analizar el resultado electoral del pasado 20 de diciembre sin voluntad de diálogo. "Se me dijo desde el principio cuál era su posición", aseveró.