Esto es lo que afirma el investigador del departamento de Producción Animal de la Universitat de Lleida (UdL), Antoni Margalida, en un artículo publicado en la revista científica internacional Oryx, que firma junto a expertos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC y Gestión Ambiental de Navarra.
El experto de la UdL afirma que otras especies, como los perros o los cerdos jabalíes, causan más daños a los ganaderos que no los buitres. A pesar de eso, estas aves sufren prácticas ilegales como el uso de cebos envenenados.
"Antes eran víctimas accidentales, pero ahora han pasado a ser un objetivo de envenenamientos intencionados, lo que puede conducir a una rápida extinción de poblaciones enteras", asegura al artículo.
La península ibérica acoge el 95% de las poblaciones de buitres comunes de toda la Unión Europea. Los autores del artículo han recopilado información sobre 1.793 denuncias por supuestos ataques de estas aves en España, entre 1996 y 2010. La mayoría han sido rechazadas por la carencia de evidencias que los animales estuvieran vivos antes de que llegaran los carroñeros.
Por todo ello Margalida considera que la solución al conflicto entre vida salvaje y ganadería necesita el diálogo entre todos los implicados: ganaderos, autoridades, grupos conservacionistas y científicos.