Estamos viviendo una época convulsa tanto en el mundo como en España. Las inquietudes patrias son, hasta el momento, de infinita menor intensidad que las que puedan tener ucranianos o palestinos.
El responsable de derechos humanos de la ONU advierte sobre la probabilidad de que un número elevado de civiles, en su mayoría niños y mujeres, resulten muertos y heridos si Israel lleva a cabo una incursión militar a gran escala en Rafah, donde 1,5 millones de palestinos están hacinados. La agencia sanitaria señala que los suministros médicos que entran en Gaza son una gota en un océano de necesidades.
La población de Rafah se ha quintuplicado desde que estalló la guerra en el enclave el 7 de octubre. La intensificación de las hostilidades en esa ciudad podría conducir a la pérdida a gran escala de vidas civiles.
El titular de la ONU señala que cualquier empleado de la agencia para los refugiados palestinos implicado en los ataques del 7 de octubre tendrá que rendir cuentas, incluso mediante acciones penales. Sin embargo, pide a los gobiernos que garanticen la continuidad de unas operaciones humanitarias de las que dependen dos millones de personas en Gaza, brindando refugio, alimentos y asistencia sanitaria.
Los ataques aéreos y con misiles alcanzan viviendas y edificios públicos, incluyendo el hospital Al-Amal de Jan Yunis, donde se encontraban las víctimas. Se calcula que unas 14.000 personas se refugiaban en el centro sanitario cuando fue bombardeado dos veces. La agencia de ayuda humanitaria reporta intensos bombardeos israelíes desde el aire, la tierra y el mar en la mayor parte de Gaza.
"Detengan de manera inmediata el sufrimiento insoportable e inaceptable de la población civil en Gaza", ha solicitado Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, a la comunidad internacional.
Las agencias de la ONU alertan de la gravedad de la falta de saneamiento, atención médica, seguridad, agua potable y comida en Gaza. Según las autoridades sanitarias gazatíes, han muerto en Gaza unas 18.000 personas y más de 49.000 han resultado heridas desde el 7 de octubre.
|
Las agencias de la ONU temen un desastre humanitario "inimaginable" si se produce una incursión a gran escala del ejército israelí en Rafah, en el sur de Gaza. Señalan que las instalaciones hospitalarias del enclave están sobrecargadas y al borde del colapso y los trabajadore humanitarios siguen corriendo peligro ante la falta de garantías de seguridad y los continuos ataques.
Mientras crece la preocupación por cualquier nueva escalada de los combates en la superpoblada Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, la ONU advierte que cualquier intento de Israel de crear una zona de amortiguación, que implica la destrucción de infraestructura civil, podría constituir un crimen de guerra.
En una carta, 20 organizaciones no gubernamentales que trabajan en la Franja de Gaza han mostrado su “indignación” por el hecho de que algunos de los más grandes donantes de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, creada en 1949, hayan decidido suspender su financiación en este momento.
El líder de la ONU advierte de la expansión del conflicto entre Israel y Hamás que ya se observa en el ámbito regional e insta a resolver la crisis de una vez por todas. Al pasar revista de los temas más apremiantes de la agenda mundial, alerta de la creciente crisis de confianza y el caos que puede imperar si el mundo no opta por reformas profundas a las gobernanza global para gestionar las tensiones geopolíticas, reconstruir la confianza y cimentar un mejor futuro para todos.
Las agencias advierten que más de un millón de personas buscan seguridad en la ya superpoblada ciudad meridional de Rafah, con cientos de miles durmiendo a la intemperie con ropa inadecuada para protegerse del frío. Saltarse comidas es la norma, y los adultos pasan hambre para que los niños puedan comer. En Cisjordania se registró el primer caso de demolición de propiedades palestinas de 2024.
El hambre está causando estragos en Gaza, y se prevé que esta situación acarreará un aumento de las enfermedades en toda la Franja, sobre todo entre los niños, las mujeres embarazadas y lactantes y las personas de edad.
António Guterres declara en el Foro de Doha que la inacción del Consejo de Seguridad socava su credibilidad y enfatiza que la gobernanza mundial está fracasando a la hora de gestionar otras dos amenazas: la crisis climática y una inteligencia artificial generativa sin la regulación adecuada.
|