Ha sido su propia médico de cabecera, la doctora Lisa Bardack, quien ha sacado de dudas a los norteamericanos, precisando que sufre una "neumonía bacteriana leve, no contagiosa". Y es que, con una candidata a punto de cumplir los 69 años y un candidato de 70, la salud se ha hecho un hueco en la campaña presidencial de Estados Unidos.
Tal es así que no se recuerda que, antes de la presente campaña, una doctora tuviese que dar rigor al estado de salud de alguno de los candidatos. Y ya van dos, ya que este es el segundo informe médico que publica en esta campaña Clinton, después del de julio de 2015.
Trump, en cambio, ha evitado revelar los detalles de su estado de salud, al igual que ha pasado con sus declaraciones fiscales. Ironías aparte, es precisamente el candidato republicano y su equipo el que lanza todo tipo de teorías conspirativas contra Clinton y su "falta de transparencia".
El tratamiento que debe seguir la candidata consiste en tomar el antibiótico Levaquin durante 10 días, según el informe. Su salud ha mejorado desde que el pasado domingo se decidiese a tomar unos días de descanso, aunque este jueves ha vuelto a la actividad y al ritimo frenético de la campaña.
Clinton se encuentra "en excelentes condiciones mentales" y preparada para servir como presidenta de los Estados Unidos. El informe también revela los medicamentos que ha estado tomando, su nivel de presión arterial y sus pulsaciones, entre otros detalles.
Esto se aleja del único informe médico que ha presentado Trump. Un texto plagado de faltas gramaticales escrito por su médico de cabecera, Harold Bornstein, en el que escribía que si el candidato ganaba las elecciones de noviembre, sería el presidente más sano de la historia.
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