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Politica

15/02/2019@12:52:55
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este viernes que las elecciones generales serán el próximo 28 de abril. Será el punto y final de una legislatura corta, que comenzó el pasado 2 de junio tras ganar una moción de censura contra Mariano Rajoy, la primera que triunfó en la historia de la democracia española.

Dicen los agoreros que, cuando un país tiene una crisis económica casi terminal, resulta muy complejo salir adelante ya que las políticas que fomentan el crecimiento surten efecto a largo plazo.

En opinión de diversos intelectuales, son legión los dirigentes de partidos de izquierda, quienes a lo largo de su carrera política, experimentan un permanente deslizamiento hacia la derecha en cuanto a tendencias y perfiles se refiere.

Sería un error pensar que ha sido la casualidad, la que ha llevado a Sánchez a la Moncloa y que es la casualidad quien le mantiene allí. Encumbrado, donde nunca mereció llegar, gracias a un plan que no tuvo nada de azar, disfruta Sánchez como el nuevo rico que teme despertar del sueño de serlo.

Susana Díaz garantiza que el PSOE estará a la altura en la defensa de Andalucía y los ayuntamientos frente a la extrema derecha.

El presidente del PP Andaluz, Juanma Moreno, ha anunciado que el primer Consejo de Gobierno del nuevo gobierno de la Junta se celebrará en el municipio malagueño de Antequera el próximo 25 de enero.

El Gobierno aprobó este viernes, en su primera reunión del año, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019. En palabras de la ministra portavoz, Isabel Celaá, se trata de unas cuentas que apuestan por “blindar el Estado de bienestar” y garantizar “derechos y libertades”. Frente a las fuerzas políticas “entregadas a la nostalgia”, agregó, “la mejor estrategia es tener un proyecto sólido, como el que reflejan los presupuestos”.

A este paso, el prestigio de nuestra democracia acabará por los suelos. Ya son varios los medios, redes sociales, etc. en los cuales, a nuestro peculiar Marco Polo se le equipara con el innombrable Zapatero, y tal comparación rompe todos los moldes de la categoría y eficacia política… Existen ciertos temas que ni como broma deberían ser tolerados.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que el Ejecutivo “reconoce al presidente de la Asamblea de Venezuela, Juan Guaidó Márquez, como presidente encargado de Venezuela”. Este reconocimiento se produce tras expirar el plazo de ocho días que España y otros socios europeos concedieron al “régimen de Nicolás Maduro” para la convocatoria de “elecciones presidenciales libres, democráticas y trasparentes”.

Solo en Colombia hay cerca de un millón de venezolanos que han huido del gobierno chavista dejando familia, trabajo, estudios y hasta propiedades. En Buenos Aires, el acento venezolano es cotidiano y, pocos días atrás, vi a una estudiante de la Universidad Central de Venezuela, que vivió en las calles porteñas hasta que una señora se apiadó y la llevó con ella, que vendía sus artesanías en el metro.

Sin la menor duda, la celebración de la reciente Convención del PP ha supuesto para el partido una considerable inyección de estímulo, tanto en el aspecto ideológico como igualmente de cara al refuerzo de liderazgo de Pablo Casado y especialmente pensando en la próxima y decisiva carrera electoral que supondrán los próximos comicios europeos, autonómicos y municipales.

No me creo que el delfín Íñigo Errejón traicione a su amado Pablo Iglesias. No me creo que traicione a Podemos y caiga en las garras de la comunista Carmena rompiendo su partido.

Sin la menor duda, el triunvirato andaluz nace carente de la necesaria sintonía entre sus aliados y con notoria ausencia de liderazgo por parte de su presidente, Moreno Bonilla (PP) unido al agravante que entraña gobernar formando parte de una coalición.

El portavoz adjunto de Cs en Madrid dice que los españoles merecen “un gobierno que no tenga que rendir cuentas a independentistas y un presidente que no se pasee en avión como una estrella de rock”.

La escasa participación en las pasadas elecciones autonómicas andaluzas, en esta ocasión ha resultado un dato clave con especial repercusión negativa para las fuerzas de izquierda.