La OMS señaló que muchas de estas muertes son evitables, dado que en su mayoría están relacionadas con las condiciones en las que se llevan a cabo los partos y las pocas precauciones que toman algunos trabajadores de la salud. En este sentido, la OMS cifró en 303.000 las madres que mueren cada a causa del parto, la mayoría de ellas en el momento de dar a luz.
Ante esta situación, la OMS subrayó la necesidad de que los profesionales de la salud que atienden a las mujeres en el momento del parto sean conscientes de la necesidad de comprobar que la mujer, tras el parto, no está sangrando de manera anormal o que las protejan de las infecciones que puedan contraer, así como que la madre pueda amamantar adecuadamente a su bebé.
En este sentido, la organización internacional ha elaborado una guía de buenas prácticas a tener en cuenta a la hora de asistir un parto, y en estos momentos está trabajando para que salgan a la luz ediciones tanto en francés como en castellano, que seguirán ampliándose a otras lenguas.