El bruxismo es la forma más conocida de las llamadas parafunciones. Se entiende bajo este concepto las actividades del sistema de masticación que no tiene ningún “propósito funcional”. Un propósito funcional es, por ejemplo, triturar los alimentos. ¿Quieres saber más?
Entre las parafunciones como el rechinar los dientes, se encuentran también morderse el lado interior de las mejillas, los labios y la lengua, apretar los dientes o la lengua y masticar objetos como, por ejemplo, las uñas o un lápiz.
Considerándolo detenidamente, muchas personas descubren que también realizan al menos uno de estos movimientos inconscientemente. A pesar de lo extendido de muchas parafunciones entre la población, en la mayoría de los casos no tienen consecuencias graves para la boca o los dientes. Al rechinar los dientes o apretar los dientes sí se pueden dañar la salud de las diferentes piezas dentarias.
El bruxismo describe la presión de los dientes excepcionalmente prolongada y excesivamente intensiva que no corresponde al movimiento de masticación natural. El bruxismo no tiene nada que ver con la ingesta de alimentos; se produce con la boca vacía. La sobrecargapermanente del bruxismo puede dañar el periodonto así como la sustancia dura de los dientes. El bruxismo se produce de día en situaciones de tensión psíquica aunque sobre todo por la noche y durante las fases de sueño planas (fase REM). En los casos muy pronunciados de bruxismo, el afectado presiona o rechina los dientes hasta 45 minutos seguidos con una fuerza mayor (parcialmente de más de cien kilogramos) que al masticar de forma normal.
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