Chuletas ingeniosas para aprobar los exámenes

Boli Bic |
Sin ninguna duda, una de las técnicas más efectivas para copiar en los exámenes sin que el profesor te pille. Por eso, ha pasado de generación en generación y sigue siendo muy recurrente hoy en día. Por mucho que la tecnología haya avanzado, pocas cosas más sencillas y baratas te vas a encontrar que un bolígrafo tipo Bic. Para hacerte este tipo de chuleta tienes dos opciones. Si lo que necesitas apuntar es muy breve, basta con que la grabes en la superficie con la punta del compás. Si por el contrario, lo que necesitas es apuntar más información, escríbela en un papelito que no sea demasiado grande y mételo en el cilindro del boli.

En una botella o brick de zumo |
Si el profesor te deja tener una botella de agua o de cualquier refresco o zumo encima de la mesa, no puedes dejar pasar esa oportunidad. Si la chuleta es pequeña puedes pegarla directamente en la botella, teniendo cuidado de que siempre esté mirando hacia ti y no hacia el profesor. Sin embargo, si la chuleta es más grande tendrás que currártelo un poco más. Tienes la opción de ocultarla debajo de la clásica etiqueta. Pero si quieres alcanzar el nivel experto, puedes fabricar a modo de bolsillo el escondite perfecto para tu chuleta o incluso para tu móvil.

Cambiazo |
La solución más radical. Entérate de las preguntas del examen, siempre habrá otros compañeros que lo habrán tenido antes, con suerte, el profesor no las cambiará y llévalo bien preparadito. Si a pesar de saber las preguntas de antemano el resultado va a ser un desastre, espera a un despiste del profesor, por ejemplo cuando la gente se esté levantando a entregar sus exámenes, y aprovecha para dar el cambiazo.

Pinganillo |
Los tiempos cambian y hay quien decide modernizarse a la hora de hacer chuletas. En los últimos años no es raro que la gente copie en un examen recurriendo a un pequeño pinganillo con alguien de confianza al otro lado que le chive todas las respuestas. Esta técnica tiene muchas ventajas, ya que te pueden narrar toda la información del temario que no recuerdes, mientras que con una chuleta tradicional, si hay algo que no recuerdas y no te has apuntado, no te quedaría más remedio que aguantarte. Sin embargo, el principal inconveniente es que los pinganillos son un poco caros, llegando a haber algunos que rondan los 300 euros.