La prueba de este año se volcó con la asociación ‘Freno el ictus’ -formada por simpatizantes, afectados, familiares y profesionales-, y que tiene como objetivo concienciar y sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la prevención de esta enfermedad. La asociación también trabaja en la eliminación del drama personal, familiar y social que supone ser una persona afectada por un ictus.
La prueba ha contado con diferentes horas de salida. A las 9.30 fue el turno de la asociación Egoísmo Cero, que trabaja por el deporte inclusivo. A las 9.35 se dio la salida a los bomberos, que han corrido en grupos de relevos y con el traje reglamentario y, finalmente, a las 9.40 horas, tuvo lugar la salida de la prueba general.
El recorrido de 10 kilómetros, transcurrió desde la Puerta del Sol a Gran Vía, continuando hasta enlazar con Alcalá y llegar a la Plaza de Cibeles. Desde allí la ligera subida durante varios kilómetros por el Paseo de Recoletos y el Paseo de la Castellana, con giro de bajada en la Plaza de Cuzco y meta en el Paseo de Recoletos, muy cerca ya de la Plaza de Cibeles.
Como en pasadas ediciones, la carrera guardó un minuto de silencio momentos antes de la salida, en memoria de todos los Bomberos caídos en acto de servicio. La organización de este evento corrió un año más a cargo del Club Deportivo Bomberos de Madrid y contó con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid.
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