Dos acontecimientos que he vivido en los últimos días me han hecho reflexionar para romper el silencio y recuperar la memoria.
Esta vez va en serio, el peligro es real, muy real y no podemos ni debemos pasar de él. ¡Hay que reaccionar ya!
En este 2025 que acabamos de iniciar se cumplen 50 años de la muerte del dictador Franco, que aterrorizó a sangre y fuego nuestro país durante décadas.
Escribo esta reflexión en el final de un año 2024 que ha sido especialmente negro, en lo político, social, meteorológico, aquí y allí. Solo el aspecto económico en nuestro país se ha librado de ese tono oscuro.
Quienes desde la derecha, centro, o izquierda se consideren demócratas, deben coincidir en que el mayor peligro para esa democracia y por tanto para nuestra libertad hoy en día son las mentiras, manipulaciones, bulos, o lo que algunos bienintencionados denominan “fake news”, quizás para que al ponerlo en ingles adquiera una menor relevancia.
La Dana que recientemente asoló Valencia y parte de Cuenca y Andalucía además de 228 muertos y un panorama desolador, nos ha dejado el desprestigio de una manera de hacer política basada en la mentira, la manipulación y el engaño.
Tenemos una sociedad que, no se sabe muy bien por qué, suele celebrar cuando se cumple un múltiplo de 5 años de algún acontecimiento, especialmente, si son 25, 50, 75 o 100 años.
Hemos salido de la reciente tragedia de las inundaciones de Valencia con un ambiente tenebroso, oscuro y sin apenas darnos tiempo para reponernos nos hemos encontrado de sopetón con las elecciones de EE.UU. y la victoria de Donald Trump ha sido contundente, mucho más de lo que los más pesimistas de entre nosotros preveían.
Vivimos un instante especialmente duro y negro. Susceptible de empeorar si en apenas 24 horas desde que escribo esta reflexión Trump es capaz de ganar las elecciones en EE.UU.
Debo reconocer que el caso “Koldo-Ábalos” me dejó impactado y casi sin respuesta intelectual y lo que es más peligroso tampoco ideológica.
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