Acusada de "atentado contra el pudor"

Amina, la joven tunecina que se hizo célebre al mostrar sus senos en marzo en su página de Facebook, viajó el domingo a Kairouan, a 150 kilómetros al suroeste de Túnez, la cuarta ciudad santa del islam y por lo tanto, un lugar impregnado de religiosidad donde por si no fuera bastante el grupo salafista tunecino Ansar Sharia había convocado un congreso el domingo, que tuvo que ser suspendido por la policía porque suponía un peligro para el orden público.

Provista de un spray, con el pelo teñido de rubio, Amina, cuyo apellido nunca ha sido desvelado, escribió la palabra Femen sobre el muro de un cementerio musulmán situado junto a la mezquita de Okba Ibn Nafe elegida para la celebración del congreso. Femen es el nombre del movimiento feminista radical, nacido en Ucrania, al que esta joven dice pertenecer. Llevaba también una bandera que, al parecer, tenía la intención de colgar en la mezquita, pero la muchedumbre empezó a increparla, a proferir amenazas y la policía la detuvo.

“La joven ha sido detenida en Kairouan por orden de la fiscalía”, señaló, este lunes, Mohamed Ali Aroui, portavoz del Ministerio del Interior tunecino. Hizo “gestos inmorales” junto al cementerio. “Nuestra sociedad es musulmana y no aceptamos comportamientos inmorales”, añadió. La fiscalía fue más lejos y la inculpó anoche de un nuevo cargo: la profanación de cementerios por lo que puede ser condenada hasta a 2 años de cárcel a los que se podrían añadir los otros 6 meses por el delito de atentar contra el pudor.

Pese a que el comportamiento de Amina es provocador, a ojos de varios medios de comunicación tunecinos, la presidenta de la Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas ha anunciado que defenderá a Amina. Después de haber colgado en Facebook su foto con los pechos al aire, sobre los que había escrito “Mi cuerpo me pertenece (…)”, Amina ya recibió amenazas y se vio forzada a desaparecer. Femen y otros grupos desencadenaron entonces un movimiento de solidaridad con Amina.

La joven, según explicó en abril cuando logró escapar, estuvo secuestrada por su propia familia. Una vez fugada, se instaló en casa de unos amigos y anunció que después del verano quería emigrar a Francia y estudiar periodismo, pero parece que no ha podido resistir a realizar esta nueva actuación cerca de una mezquita casi sagrada en defensa de su organización y el derecho de la mujer.