Lo que decenas de medios han denominado como plan secreto de detención al fundador de WikiLeaks no es más que una metedura de pata por parte de la policía londinense, y de las grandes.
Los agentes que vigilan la embajada ecuatoriana en Londres tienen orden de detener a Assange en el caso de que éste ponga un pie fuera de su cárcel, según reza el documento, que a pesar de estar tapado por el agente en cuestión que cometió el fallo, puede leerse claramente que el fundador de WikiLeaks será detenido incluso si Ecuador le concede un puesto en la ONU y, por tanto, tuviese por ello inmunidad diplomática.
El destino de Assange está marcado por su extradición a Suecia para hacer frente a las acusaciones de presunta violación y asalto sexual.
El caos, el mayor miedo de la policía londinense
Aunque la imagen exterior que proyectan las fuerzas de seguridad de Londres es que tienen todo bajo control, el documento alerta a los oficiales de la ''posibilidad de distracción'' que pueda darse por parte de los simpatizantes de Assange para facilitar su huida. Además, según reza el texto, escrito a mano, podrían tener ayuda de la agencia SS10, el SO20 o el comando de lucha contra el terrorismo.
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