Tras el terrible tiroteo en Denver, los EEUU vuelven a ser protagonistas de otra matanza. Esta vez, en un templo Sij en Milwaukee, en el estado de Wisconsin, donde un hombre blanco de unos treinta años ha asesinado a seis personas, cuatro dentro del edificio y a otras dos en el aparcamiento contiguo. El autor de los disparos también ha muerto durante los enfrentamientos con las fuerzas del orden, tal y como informó el jefe de la policía de la localidad, Bradley Wentlandt, quien no pudo confirmar si había más de una persona implicada en el asalto.
Todo empezó justo antes del servicio matutino del templo, a las 10.30 hora local, cuando el agresor empezó a disparar contra los fieles congregados. La comunidad ha mostrado su tristeza y preocupación por lo sucedido. “Somos una religión pacífica, es inexplicable”, afirmaba uno de los testigos del tiroteo. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, también ha querido condenar la matanza, y además, ha recordado “lo mucho que la comunidad sij ha enriquecido el país”.
Por otra parte, el portavoz del colectivo, Ven Boba Ri, ha asegurado que se trata de “un crimen racista”. De hecho, durante el atentado del 11S este grupo de fieles de Milwaukee sufrió varios asaltos debido a que sus turbantes son confundidos con símbolos del islam. Esta falsa asociación trasciende la anécdota, pues en todo el país ha habido más de 700 ataques contra esta comunidad por esta razón.
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