Según la declaración que ha elaborado la APM con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa (3 de mayo), los despidos y las bajadas de sueldo crean un clima de “precariedad, de inseguridad y de temor” que debilitan “muy gravemente la capacidad de las redacciones de defender y practicar una información libre, independiente y objetiva en la medida de lo humanamente posible”. “Es decir, hacen frágiles a los periodistas en su capacidad para resistir e ignorar las presiones, no importa de donde vengan”, sentencia la asociación.
Es más, para los informadores madrileños, esas presiones pueden llegar a convertir al profesional en un “topo infiltrado” entre los que todavía ejercen como “verdaderos periodistas”.
La APM también muestra su preocupación por que la inmediatez, la urgencia y la “competencia desaforada” puedan justificar la transgresión de los principios fundamentales de la profesión, como son la independencia, el rigor, la verificación y el respeto de los derechos de los demás.
Además, lamenta que España aún está “lejos” de poder considerar la libertad de prensa “un terreno conquistado”, en referencia a los recientes casos de acoso y de amedrentamiento a distintos periodistas “por el hecho de haber cumplido con su trabajo y con su función”.