En un comunicado la formación magenta explica que no quiere "dispersar el voto" constitucionalista y avisa de que, aunque ahora no presente candidaturas, no va a renunciar a hacer política en Cataluña.
Suena muy noble pero los hechos parecen contradecirlo porque en las elecciones de 2012, con Ramón de Veciana de cabeza de cartel, UPyD cosechó menos de 15.000 votos frente a las casi 275.000 papeletas y nueve escaños que logró Ciudadanos, entonces con Albert Rivera como candidato a la Generalitat y sería más que probable que se repitiera la misma situación o fuera peor, algo que no interesa lo más minimo a la nueva dirección del partido.