El Museo del Prado acoge la exposición “Rogier van der Weyden” que reunirá por primera vez en la historia las mejoras obras de este pintor de la naturalidad, la emoción y la ambigüedad.
El Museo del Prado continúa su programa de exposiciones temporales y, en esta ocasión, acoge una muestra única en la historia, “Rogier van der Weyden”, gracias a la que, por primera vez en la historia, podremos ver las mejores obras de este gran artista.
Esta muestra, que estará a nuestra disposición hasta el próximo 28 de junio, alberga las obras maestras del pintor y ha conseguido reunir tres de sus creaciones más significativas, “El descendimiento de la cruz”, el “Tríptico de Miraflores” cedido por el Museo de Berlín y el “Calvario”, cuyo proyecto de restauración acaba de finalizar y que, tras la exposición, regresará al monasterio de San Lorenzo del Escorial.
Rogier van der Weyden fue el pintor oficial de Bruselas y también pintó para los Borgoña; este artista realizó obras que iban más allá de los siglos XIV y XV que vivió, obras que eran fiel a la naturaleza y a las emociones y que, a su vez, alcanzaban la fascinación y la ambigüedad.
Además de esta exposición, el Museo del Prado cuenta con un programa de actividades que complementan la muestra. Así, todos los miércoles habrá itinerarios didácticos; del mismo modo, podremos acudir a conferencias sobre esta selección y “El Prado para todos” se encargará de que las personas con cualquier tipo de discapacidad o enfermedad neurodegenerativa puedan disfrutar de esta muestra. Las actividades que dan vida a la exposición tendrán su guinda con el “Simposio Rogier van der Weyden y la Península Ibérica”, en el que se abordarán temas como la restauración de la “Crucifixión”, la relación entre la pintura y la escultura o el impacto de este artista en la Península Ibérica.