Tras una reunión de dos días entre representantes del laboratorio, de los países afectados, de los vecinos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha decidido que la fase II de las pruebas (la que empieza a medir la eficacia y debe hacerse en un sitio con posibilidad de infección) queda pendiente de una serie de aclaraciones que los representantes africanos han pedido.
La información pedida a GlaxoSmithKline (GSK) sobre su prototipo ChAd3 deberá ser evaluada a finales de enero.
La ChAd3 es una vacuna que utiliza un adenovirus tipo 3 (el Ad3) del chimpancé (el Ch) que contiene dos genes del virus del ébola tipo Zaire. La idea es que este virus introduzca los genes en el ser humano, los genes se expresen como proteínas –nunca como el virus completo, ya que solo pueden sintetizar una parte- y estas provoquen una respuesta inmunitaria que sirva para proteger al individuo si se infecta por el ébola.
La OMS no especifica cuáles han sido los temas que han quedado abiertos. Estos pueden ir desde la seguridad del fármaco (es lo que se estudia en la fase I) a cuestiones como su disponibilidad, capacidad de producción o problemas de distribución.
Los países en los que se ensayará la vacuna son Camerún, Ghana, Malí, Nigeria y Senegal, que ya tienen preparados sus protocolos éticos y de seguridad.