No es una cinta que tenga nada de especial, pero el simple hecho de poder revivir a esos personajes de anime que muchos nunca olvidaron hará que la mayoría disfrute de sus amenos 80 minutos de metraje, o al menos servirá como elixir para saciar la añoranza de tiempos pasados en los que nuestra única preocupación era si el bueno de Son Goku lograba salvar el mundo o no. A pesar de ser la décimo cuarta película de la serie anime, esta es la primera entrega que se ha llegado a estrenar en cines en España, por lo que más razón aún para colmar añoranzas.
La película conecta rápido con el espectador al que va dirigido, ubicándole de una forma ágil en el espacio tiempo de los protagonistas, que es poco después de la derrota de Majin Boo (final de la serie de Dragon Ball Z), al mismo tiempo que va al grano presentando sin preámbulos el motivo y razón de ser de esta cinta: el dios de la destrucción Bils. La historia irá fluyendo a la par que van apareciendo todos los personajes característicos de la saga, cada uno de los cuales tiene su minuto de oro, siempre con el humor propio que le caracteriza.
A pesar de todo, la cinta decae en el último tercio y todo lo bueno que se podía ver en los minutos anteriores se difumina en un sinsentido en donde solo importa la batalla final entre Goku y Bils, hecho que el espectador asumirá con menor gracia que el resto de la peli, ya que no hay que olvidar que las peleas y ondas vitales de Goku y compañía son siempre parte esencial de esta serie anime.
Por supuesto la trama no supondrá ninguna complicación y estará siempre encaminada a ese 'ansioso' final de lucha y medición de poderes entre Goku y Bils, que, irónicamente, será la parte más floja de toda la cinta.
En definitiva, 'Dragon Ball Z: La batalla de los dioses' es una película simpática para todos los viejos fans de la serie anime que quieran revivir a los personajes que les acompañaron en sus infancias, e incluso adolescencias. Para el público al que va dirigido será un producto entretenido que saciará su añoranza 'infantiloide' por 'Dragon Ball', mientras que para el resto, ni les va ni les viene esta cinta y, obviamente, podrán dormir tranquilos por no haberse perdido una obra que marcará una época en el mundo cinematográfico.