"Vengo a comunicaros, por expreso deseo de la familia, que Adolfo Suárez González ha fallecido. Muchas gracias por todo vuestro cariño de parte de la familia", declaraba Urbiola a los medios de comunicación congregados ante la clínica Cemtro de Madrid. También ha afirmado que esta tarde organizarán una rueda de prensa para dar más detalles.
El expresidente del Gobierno, de 81 años de edad, permanecía ingresado en la clínica Centro, acompañado de sus familiares, desde el pasado lunes, cuando llegó al centro hospitalario aquejado de una infección respiratoria.
Esta mañana Adolfo Suárez se mantenía en situación crítica y "sin novedad" en su estado clínico respecto al parte médico difundido ayer por la Clínica Centro. El equipo médico ha confirmado que la causa ha sido "la evolución natural de la enfermedad, con un empeoramiento neurológico" y han destacado que ha estado "sereno" y "en todo momento" acompañado por su familia.
A partir de las 09:30 horas de hoy han ido llegando a la clínica familiares del expresidente y el portavoz de la familia.
El primer presidente de la democracia y figura importante de la Transición estaba acompañado de sus hijos, después de que a últimas horas de la tarde de ayer el equipo médico que le atiende informara de un empeoramiento neurológico progresivo en su estado clínico.
Un grupo de periodistas ha mantenido la guardia durante la pasada madrugada en la clínica, y a partir de las siete de la mañana se han incorporado numerosos medios de comunicación, que esperan a las puertas del centro sanitario, al que a primera hora han llegado en un vehículo varios familiares del expresidente.
Esta misma mañana, la familia del expresidente ha recibido la visita del exministro de Agricultura y exportavoz de la UCD Jaime Lamo de Espinosa y del torero Juan José Padilla y su esposa Lidia, quienes también visitaron a los familiares ayer.
Desprestigiado
"Soy un hombre completamente desprestigiado" confesó Adolfo Suárez (Cebreros-Ávila, 1932-2014) en 1980 a la periodista deABC Josefina Martínez del Álamo en una entrevista que fue vetada por el equipo del entonces presidente del Gobierno por considerar que un jefe del Ejecutivo -el primero de la Democracia española (1976-1981)- "no puede ser tan sincero".
Estas reflexiones de Suárez se conocieron en su 75 cumpleaños, en 2007, y confirmaron con toda la crudeza lo que los detractores de entonces del expresidente se han esforzado por tapar: el calvario de un político que se vio traicionado por los suyos con particular ensañamiento, abandonado por el rey que le nombró presidente en 1976 y desencantado con la clase política que le rodeaba.
La historia de UCD es "una historia de traiciones", confirmaba ayer Emilio Contreras (ex UCD) en la Cadena Ser.
Traicionado
Algunos de sus colaboradores de entonces dicen que su Alzheimer empezó a asomar mucho antes que una docena de años atrás; tanto antes, de hecho, como cuando dio la entrevista censurada a ABC; cuando comenzó el declive de su actividad política y, deprimido, comenzó a encerrarse en sí mismo cercado por la crisis política, económica, social, el ruido de sables, la iglesia, la traición de los suyos -particularmente de su mano derecha, el vicepresidente Fernando Abril, que conspiraba en la sombra por sustituirle- y el rechazo del monarca ("¿Qué le está pasando al rey, que antes me abrazaba y ahora parece que se echa atrás?", preguntaba Suárez al jefe de la Casa, Sabino Fernández Campo, poco antes de dimitir en enero de 1981)
Lo cierto es que el avance implacable de una dolencia sin cura le hizo olvidar su propia historia y, con ella, una parte decisiva de la Historia de España: la Transición de 40 años de dictadura a la democracia. "Hay que conseguir que el pueblo hable cuanto antes", promulgó Suárez cuando el rey le encargó la Presidencia del Gobierno en julio de 1976 contra todo pronóstico.
El joven político (43 años) llegó de las mismas estructuras del franquismo (procurador en Cortes por Ávila, gobernador civil de Segovia, director general de RTVE, ministro secretario general del Movimiento) para dinamitar esas estructuras del régimen por indicación del rey.
Antes de ser ratificado por las urnas, en junio de 1977, había colado a las Cortes franquistas el proyecto de reforma política para liquidarse a sí mismas y la legalización del PCE y los sindicatos. En 1978, bajo su mandato, el pueblo español aprobó la Constitución Española mediante referéndum y en marzo de 1979, la Unión de Centro Democrático (UCD) de Suárez volvió a ganar las elecciones generales.
Pero el avance imparable de PSOE y PCE en los comicios municipales de abril y, sobre todo, las conspiraciones internas contra el presidente y la fragmentación del centro-derecha aglutinado en UCD en pro de la Alianza Popular de Manuel Fraga fueron desgastando el poder de Suárez, que terminó presentando su dimisión a un alejado rey en enero de 1981.
"Éste se va", dijo Juan Carlos de Borbón a Fernández-Campo cuando Suárez le anunció su marcha en el despacho real a cambio del Ducado con Grandeza de España. Como si quien se fuera no hubiera compartido risas, complicidad, copas, reuniones interminables, tabaco, momentos de tensión o deporte con el monarca.
Tricornio, pistola y sien
"No descarto que haya un golpe militar y, si lo hay, el inductor habrá sido [Alfonso] Armada". Estas palabras del expresidente sobre el ex general, secretario de la Casa Real y amigo del rey las recogió el periodista Abel Hernández en su libro 'Suárez y el Rey'.
Éste -ya empujando para que su elegido se fuera del Gobierno- no creyó a aquél, pero al final, tuvo que darle la razón. El general Armada fue determinante en el golpe de Estado del 23F (febrero, 1981), ejecutado durante la investidura del sucesor de Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo.
La imagen del primer presidente de la democracia española en el Congreso sin doblegarse ante las amenazas de Tejero y el episodio contado posteriormente por un ujier de la Cámara Baja, cuando el guardia civil del bigote se llevó a Suárez a un cuarto aparte y le puso una pistola en la sien mientras éste le ordenaba que se cuadrase, cincelaron la imagen rehabilitadora de un hombre valiente, por lo menos.
Su intención de volver a la primera línea de la política con la fundación del Centro Democrático y Social (CDS) en 1982, en absoluto acompañada por el apoyo de las urnas en los sucesivos intentos de 1986 y 1989, sólo fue la antesala de la retirada definitiva; un intento frustrado de recuperar impulso que acabó en 1991 con su dimisión como presidente del CDS y el principio de su aislamiento.
Entonces sí coinciden la mayoría de sus íntimos que empezaron los síntomas desconcertantes de su enfermedad neurológica, aunque todavía conservaría la dolorosa lucidez de asistir al ensañamiento del cáncer con su familia, que se llevó a su mujer, Amparo Illana (2001) y a su hija Mariam (2003) ante la desesperación del marido y padre, que -católico y practicante- pedía a sus amigos que rezaran a Dios por ellas.
La última aparición pública de Suárez fue en un mitin en Albacete, para apoyar la candidatura por el PP a la Presidencia de Castilla-La Mancha de su hijo Adolfo Suárez Illana en las elecciones autonómicas de 2003. La enfermedad avanzaba sin tregua y el lapsus y la confusión del expresidente lo confirmaron angustiosamente en todas las televisiones del país. Pero Suárez todavía aparecería en las portadas de todos los medios en 2007, en una foto en la que se le veía de espaldas paseando por los jardines de su residencia con el rey. El recibimiento del expresidente al monarca ("¿Quién eres tú?". "Soy tu amigo"), sin embargo, confirmó que Suárez ya se había ido hace mucho tiempo.
El pésame del Rey
"Mi dolor hoy, es grande". El rey ha difundido un mensaje a las 16 horas en la que ha destacado la figura del expresidente Adolfo Suárez, y su contribución a la Transición española. Su mensaje ha podido ser seguido a través de la televisión y desde la página web de la casa real.
A su juicio, Suárez protagonizó "uno de los capítulos más brillantes de la historia de España que impulsamos Adolfo y yo". También ha incidido en el papel de Suárez en la "defensa de la democracia, estado de Derecho y la unidad y diversidad de España".
El rey ha expresado su "gratitud honda y permanente", al tiempo que ha reconodido que su dolor "hoy, es grande".
"El fallecimiento de Adolfo Suárez me llena de consternación y de pena", ha comenzado el Rey su discurso. Tuvo en él "a un amigo leal" y, como rey, "a un colaborador excepcional" a la corona y "a todo lo que ella representa: la defensa de la democracia, del Estado de Derecho, de la unidad y la diversidad de España".
El dolor que siente no es obstáculo para recordar y valorar "uno de los capítulos más brillantes de la Historia de España: la Transición que, protagonizada por el pueblo español, impulsamos Adolfo y yo junto con un excepcional grupo de personas de diferentes ideologías, unidos por una gran generosidad y un alto sentido del patriotismo". Este capítulo de la historia, "dio paso al periodo de mayor progreso económico, social y político de nuestro país".
Adolfo Suárez "fue un hombre de Estado, un hombre que puso por delante de los intereses personales y de partido el interés del conjunto de la Nación española", ha destacado el rey. Vio "con clarividencia y gran generosidad, que el bienestar y el mejor porvenir de todos pasaba por el consenso", y supo ceder en lo accesorio para lograr los grandes acuerdos. "Lasuperación de la fractura política y social que vivió la sociedad española en el siglo XX fue su objetivo prioritario, como lo fue también el mío", ha apostillado.
El rey ha reconocido que Suárez "dio lo mejor de sí mismo" y trabajó "sin descanso para lograr la mejor articulación de la diversidad de España" y la "recuperación" de su posición internacional. "El ejemplo que nos deja es muestra de que juntos, los españoles, somos capaces de superar las mayores dificultades y de alcanzar, con unidad y solidaridad, el mejor futuro colectivo para todos", ha finalizado.
Rajoy también le rinde honores
El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha asegurado que el "mejor homenaje" que los españoles pueden rendir al expresidente Aldolfo Suárez tras su fallecimiento es seguir el camino que él marcó, basado en el "entendimiento", la "concordia" y la "solidaridad". Tras destacar que "siempre" tuvo la talla de un hombre de Estado, ha afirmado que supo "unir a los españoles" en la causa común de la libertad, el bienestar y el desarrollo de la sociedad.
En una breve declaración institucional en el Palacio de la Moncloa de poco más de cuatro minutos, Rajoy -vestido de riguroso luto con corbata negra- ha lamentado que hoy nos haya dejado uno de los "grandes hombres de nuestra época". "Su fallecimiento me llena de pena, un sentimiento que estoy seguro comparten hoy millones de españoles que saben de la grandeza histórica del primer presidente de nuestra democracia", ha proclamado.
En este sentido, Rajoy ha afirmado que hoy es un día de "tristeza" para los españoles, pero también un día de "homenaje" a quien ya es "una de las figuras más importantes y positivas" de la "historia común". "Es el momento de mostrar nuestro respeto y nuestro agradecimiento hacia el hombre de concordia que hizo posible la democracia en España y nos abrió las puertas de Europa", ha aseverado.
Todos los políticos lamentan la pérdida del estadista
Políticos de todos los signos se han apresurado a ensalzar la figura del primer presidente de la democracia instaurada tras el franquismo, apenas unos minutos después del fallecimiento de Adolfo Suárez, a las 15.03 horas de la tarde de este domingo.
De hecho, las reacciones ante la muerte de Suárez han comenzado a llegar también desde instituciones internacionales y otros países, desde la Comisión Europea hasta la representación diplomática de EEUU en España, apenas una hora después de la muerte del expresidente del Gobierno.
Felipe González
El expresidente del Gobierno Felipe González ha recordado hoy al también expresidente Adolfo Suárez como el "presidente de la transición democrática en España" y ha subrayado que "el paso de una dictadura a una democracia pluralista, tantas veces frustrada en nuestro país, se debe a su tarea".
En un comunicado remitido por el PSOE tras el fallecimiento de Suárez, Felipe González señala que "sus cualidades para el diálogo y el compromiso, desde la fortaleza de su liderazgo, han sido claves para que nuestro país haya conseguido el marco de convivencia en libertad más importante de nuestra historia".
Tras apuntar que ha "compartido con él muchos momentos claves de la historia" de España y una "amistad que superaba las discrepancias lógicas en el pluralismo de las ideas", González dice tener un "recuerdo imborrable de su figura y de su tarea" y manifiesta a su familia sus sentimientos de "pesar y respeto en estos momentos de dolor"
José María Aznar
El expresidente del Gobierno José María Aznar ha asegurado hoy que Adolfo Suárez ya tiene "un puesto de honor" por su aportación a la democracia y a la historia de España, con su contribución a la convivencia de los españoles. Aznar, que ha acudido a la clínica Cemtro acompañado de su esposa y alcaldesa de Madrid, Ana Botella, para dar el pésame a la familia de Adolfo Suárez, ha comparecido brevemente ante los medios de comunicación tras permanecer en la clínica aproximadamente media hora.
"Tengo historias y recuerdos de Adolfo Suárez, pero sobre todos prevalece un sentimiento de unión con su familia y de reconocimiento en la historia de España", ha comentado a las puertas de la clínica, antes de apuntar: "le recordaremos siempre, le respetaremos y le honraremos su memoria". Ha añadido que Suárez fue "su contrincante" y "luego fue sobre todo aliado y amigo".
José Luis Rodríguez Zapatero
El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero se ha mostrado seguro de que España despedirá a Adolfo Suárez con un "sincero, justo y unánime homenaje", porque es una ocasión para no contener ni regatear los sentimientos y los elogios. "Se lo merece él y se lo merece la España de la democracia", dice.
Zapatero señala en un comunicado que los sentimientos de afecto hacia su figura y los elogios hacia su tarea no van a sonar exagerados porque ésta es una ocasión "para no contener ni los unos ni los otros, para no regatear el aprecio por una trayectoria pública, política, de servicio al Estado".
Suárez, dice, "lideró el cambio de una vieja y desgarrada nación a un país democrático y reconciliado consigo mismo". "No somos los españoles muy dados a reconocer momentos épicos en nuestra historia, padecemos una especie de tentación fatalista, esa querencia a pensar que nuestra historia termina mal", asegura.
Rubalcaba
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha leído un comunciado en el que ha expresado la "admiración de los socialistas españoles" hacia Adolfo Suárez y el "profundo respeto por su obra".
El líder socialista ha afirmado que el ex presidente "supo unir a quienes desde posiciones políticas distintas compartían con él un compromiso por la libertad", con la "firme voluntad" de construir una España en la que cupieran "todos".
En una declaración institucional en la sede de su partido en la madrileña calle Ferraz, Rubalcaba ha defendido que Suárez tuvo las "convicciones" y el "coraje necesario para resolver las dificultades inherentes a la apertura de una época histórica nueva" y se ha mostrado convencido de que con su fallecimiento se consolida el "lugar esencial" que el ex presidente "ocupará para siempre en la historia de España".
Rosa Díez
La líder de UPyD, Rosa Díez, ha considerado hoy que ni la vida ni la política fueron justas con el ex presidente Suárez, pero que él estuvo "muy por encima del tiempo que le tocó vivir". En un comunicado remitido a los medios, Rosa Díez señala que Suárez "supo vestir de decoro y dignidad la institución que presidía" y, al hacerlo, "a la propia democracia".
"Un hombre que llegó al cargo de presidente designado y que, desbordando las previsiones más generosas, se ganó con creces en el ejercicio del cargo la legitimidad que no tuvo de origen", ha añadido.
Alfonso Guerra
El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha subrayado este domingo que Adolfo Suárez desempeñó una labor determinante para la libertad y la democracia en España, y le ha recordado como un hombre "generoso", "empático" y consciente de "hasta donde podía llegar".
Guerra ha recordado que la labor del expresidente del Gobierno, aunque fue recibida "con desconfianza por algunos y con rechazo por otros", fue fundamental en la segunda mitad del siglo XX en España. Para él, el rasgo fundamental del carácter de Suárez es que "sabía hasta donde podía llegar, no era exactamente ambición" sino más bien "lucidez" para conocer su capacidad y sus límites. Y en lo personal, le ha definido como "generoso, empático y bastante agradable".
El exvicepresidente socialista ha mantenido la relación con él y con su familia desde que Suárez se retiró de la vida pública por su enfermedad, y tuvo ocasión de visitarle. "Era bastante impresionante, un hombre con aquella capacidad de poder y de seducción, un choque bastante fuerte", ha reconocido. A su juicio, el mejor homenaje que se le puede rendir a Suárez es "conocer, estudiar y difundir la transición política española".
Cayo Lara
El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, traslada su "respeto y consideración" al conocer el fallecimiento del ex presidente.
El máximo responsable de IU valora "desde nuestra conocida y democrática discrepancia ideológica" la "talla política de una persona que, sin duda, tuvo un papel más que destacado desde la presidencia del Gobierno para gestionar el salto desde la añoranza que aún mantenían algunos por la pervivencia de una dictadura moribunda al anhelo democrático expresado mayoritariamente por el pueblo español, el gran protagonista de la lucha por la democracia y la transición en nuestro país".
Cayo Lara afirma que "el paso de estos últimos años han servido para fijar una valoración más precisa de la difícil responsabilidad de Adolfo Suárez en esa complicada época. Será recordado como un hombre de Estado que no depuso su confianza en el ejercicio de la democracia frente a ninguno de sus importantes enemigos, de los muchos que tuvo".
Julio Anguita
El excoordinador regional de Izquierda Unida (IU) Julio Anguita ha manifestado hoy que Suárez cumplió en su momento con el cometido de superar los intereses de un régimen dictatorial para llegar a una "situación democrática".
El exdirigente de IU ha subrayado que Suárez fue "útil", fue "simpático" y protagonizó momentos de "gran dignidad".También ha recordado que Suárez se enfrentó "a las facciones más ortodoxas del régimen" y ha apuntado que estaba en contra de la entrada de España en la OTAN, motivo por el que "los intereses económicos" de fuera de España "hicieron el resto" para acabar con su gobierno.
En cuanto a los consensos que se fraguaron durante la Transición, ha comentado que en su momento "hicieron de la necesidad virtud", pero ha advertido de que ahora se están pagando las consecuencias de los mismos.
Jesús Posada
Jesús Posada, presidente del Congreso, ha afirmado que con la muerte de Suárez, quien junto al rey alumbró la democracia en España, todos los españoles se sienten hoy "un poco huérfanos".
Posada ha sostenido también que el fallecimiento de Suárez es un "momento de dolor" pero también de "orgullo" para los españoles por lo que el expresidente ha supuesto para la historia de España. "Fue una etapa maravillosa para España. Si hemos tenido un futuro ha sido gracias a esa etapa de Adolfo Suárez", ha remarcado.
El presidente del Congreso ha avanzado que la Cámara Baja tiene todo preparado para acoger la capilla ardiente del expresidente del Gobierno, sí así lo desea la familia. De ser así, las exequias fúnebres seguirían el guión de la ceremonia que sirvió para rendir homenaje al también exjefe del Ejecutivo Leopoldo Calvo Sotelo cuando falleció en 2008.
Capilla ardiente, entierro y tributo
La capilla ardiente del expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez, se instalará a primera hora de este lunes en el salón de Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados, donde el féretro será recibido por las altas instituciones del Estado.
Los presidentes de Congreso y Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero, esperarán la llegada del jefe del Ejecutivo Mariano Rajoy en la escalinata del palacio de la Carrera de San Jerónimo. Posteriormente, las altas instituciones del Estado recibirán el féretro que será instalado en la capilla del salón de Pasos Perdidos de la Cámara Baja.
Aunque, en el caso del también expresidente Leopoldo Calvo-Sotelo los Reyes llegaron posteriormente al Congreso, en esta ocasión se desconoce de momento cuando harán acto de presencia los monarcas.
En cuanto se encuentre instalada, la capilla ardiente quedará abierta al público durante 24 horas para que los ciudadanos puedan despedirse del primer presidente democrático de España.
El féretro del expresidente Suárez al Congreso portado por miembros del Ejército de Tierra, cubierto por una bandera española y escoltado por la Guardia Civil y la Policía Nacional. Una unidad de la Policía municipal de Madrid abrirá la comitiva.
Una vez, allí será recibido por la Sección de Honor del Ejército del Aire y conducido a la entrada del Congreso a través de la escalinata de la Puerta de Los Leones, que se abrirá para esta ocasión.
Los Reyes, los Príncipes y la Infanta Elena acudirán mañana a la capilla ardiente que acogerá los restos mortales del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez y que se instalará en el Congreso de los Diputados, ha anunciado Casa Real.
La Casa del Rey ha decidido suspender todos los actos institucionales previstos en su agenda durante los tres días de luto oficial decretados por el Gobierno y entre los que se encontraba la primera visita oficial a España de los nuevos Reyes de los belgas.
La capilla ardiente estaría abierta a los ciudadanos, para que puedan despedirse del ex presidente del Gobierno artífice de la Transición española.
La Catedral de Santa María la Real de la Almudena en Madrid acogerá el funeral de Estado del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, que se celebrará previsiblemente el lunes 31 de marzo, han avanzado fuentes oficiales.
El entierro del expresidente Adolfo Suárez tendrá lugar previsiblemente el martes en la Catedral de Ávila, según lo ha manifestado el alcalde de la ciudad, Miguel Ángel García Nieto.
Los restos de su esposa serán exhumados el lunes para su traslado al templo catedralicio de modo que, cuando Suárez sea enterrado, ya se encontrarán allí los restos de su esposa, Amparo Illana, que fue enterrada en la capilla de Mosén Rubí en 2001.
La sepultura de Suárez y su esposa descansarán en el claustro de la Catedral, donde en 1984 fue enterrado el historiador Claudio Sánchez-Albornoz.
Orden de Carlos III
El Consejo de Ministros se reunirá mañana de manera extraordinaria en el Congreso de los Diputados a las 09.30 horas para aprobar la concesión de la Real y Distinguida Orden de Carlos III al expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, fallecido en el día de hoy.
Posteriormente, alrededor de las diez de la mañana, a puerta cerrada se celebrará el acto de concesión este galardón de manera póstuma, en presencia de las altas autoridades del Estado, así como de los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía.
Establecida por el Rey Carlos III en 1771, es la primera y más alta condecoración civil que se otorga en España. Su grado más alto, el Collar, está reservado a los miembros de la Familia Real Española, los Jefes de Estado y de Gobierno y los ciudadanos que hayan tenido durante al menos tres años la Gran Cruz, el segundo grado de la condecoración.
Se trata de la misma condecoración que se le impuso a título póstumo al primer presidente de la democracia que falleció, Leopoldo Calvo Sotelo, en 2008. También la recibieron el que fuera presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy (2009); los Reyes Harald de Noruega, Abdalá de Jordania y Mohamed VI de Marruecos, el que fuera presidente portugués, Jorge Sampaio, y otros jefes de Estado, entre otros el propio Rey Juan Carlos desde 1962, cuando aún era Infante de España.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció esta tarde que el Boletín Oficial del Estado (BOE), publicará este lunes la decisión del Ejecutivo de declarar tres días de luto oficial por el fallecimiento del ex-presidente Adolfo Suárez. Es lo menos que se puede hacer por este estadista, al que los honores y el reconocimiento le llegan muy tarde.
Suárez ha muerto en Madrid después de doce años luchando inútilmente contra una enfermedad neurodegenerativa.