Y es que la Reina Sofía, siempre jovial y atenta con la defensa de los que más lo necesitan, ha sido un referente de la monarquía muy querido, con un papel secundario desempeñado con elegancia y discreción para la que este año no ha sido el mejor, ya que tras las diversas operaciones del Rey, sus escándalos y los casos de imputación sobre su hija, la Infanta Cristina, mejores momentos habrá pasado en la Zarzuela.
Sin embargo, la Reina siempre tiene una imagen positiva que aportar, casi siempre reflejada en su labor humanitaria y social y tras los diversos traspiés y complicaciones que han implicado e implican a algunos miembros de la familia Real y allegados, la Reina sigue siendo uno de los estandartes de la Monarquía más apreciados por el pueblo.
El último acto en el que la Reina hizo presencia antes de su cumpleaños fue en la recepción del Palacio Real durante el Día de la Hispanidad. Según La Razón, en unas preguntas de los periodistas sobre su estado de ánimo, Sofía admitió: "Muy Bien, estoy fenomenal".
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