La población de Ciudad de Gaza enfrenta una difícil decisión: quedarse y soportar una ofensiva militar o abandonar todo e intentar desplazarse al sur, donde las condiciones son igualmente precarias. Jacob Granger, coordinador de Emergencias de Médicos Sin Fronteras, informa que la situación es crítica, con escasez de alimentos, agua y acceso a servicios médicos. Los bombardeos han aumentado, generando más heridos y desplazamientos. La "zona humanitaria" designada en el sur no tiene capacidad para albergar a los millones que buscan refugio. MSF continúa operando en la región, pero enfrenta serios obstáculos debido a la falta de seguridad y restricciones impuestas por las autoridades israelíes. La comunidad internacional debe garantizar el acceso humanitario en Gaza para aliviar esta crisis humanitaria.