06/08/2025@16:03:32
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha desarrollado un innovador método para silenciar genes en plantas, mejorando así el rendimiento de los cultivos. Esta técnica utiliza secuencias de ARN ultracortas transportadas por virus genéticamente modificados, permitiendo la personalización de rasgos vegetales. Publicado en el Plant Biotechnology Journal, el estudio destaca la eficacia del nuevo enfoque, denominado vsRNAi, que permite inducir cambios fenotípicos en cultivos como tomate y berenjena escarlata. Las ventajas incluyen su simplicidad y especificidad, sin modificaciones permanentes en el genoma de las plantas. Este avance podría revolucionar la biotecnología agrícola, facilitando la mejora de la resistencia a enfermedades y el contenido nutricional de los cultivos.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) lidera dos innovadores proyectos europeos enfocados en la prevención de la sismicidad inducida y el análisis avanzado de células vivas. Estos proyectos, financiados por el programa ERC Proof of Concept, buscan transformar ideas de investigación en soluciones prácticas. El proyecto NOSHAKE propone un enfoque proactivo para gestionar la sismicidad asociada a procesos geoenergéticos, mientras que NEWTON desarrollará gemelos digitales para mejorar la caracterización y análisis de muestras celulares. Ambas iniciativas tienen el potencial de impactar significativamente en biotecnología y sostenibilidad energética.
Un equipo del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), en colaboración con el CSIC y la Universitat Politècnica de València, ha descubierto el papel crucial de la proteína BDH en el crecimiento y regulación genética de las plantas. Este estudio, publicado en PNAS, revela que BDH es fundamental para la organización del material genético dentro de las células vegetales, afectando el complejo remodelador SWI/SNF. Utilizando inteligencia artificial, los investigadores confirmaron la conservación evolutiva de esta proteína entre diferentes especies. Los hallazgos podrían tener aplicaciones biotecnológicas significativas, especialmente en relación con enfermedades como el cáncer en mamíferos y problemas de desarrollo en plantas.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha patentado un innovador método para combatir Listeria monocytogenes, uno de los patógenos más peligrosos en la industria alimentaria. Este nuevo enfoque utiliza una combinación de enzimas que elimina hasta el 99,99% de las células de listeria, siendo eficaz, seguro y respetuoso con el medio ambiente al no generar residuos tóxicos. A diferencia de los métodos tradicionales que emplean desinfectantes químicos, este "cóctel enzimático" presenta un gran potencial para su aplicación directa en alimentos, ofreciendo una solución sostenible y efectiva para la seguridad alimentaria.
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El CSIC ha impulsado su participación en las Grandes Infraestructuras de Investigación europeas mediante la concesión de ayudas a cuatro proyectos destacados. Estas iniciativas, que recibirán casi 100.000 euros cada una, están dirigidas por centros como el I2SysBio, IFIC, IQF y CAB. Entre los proyectos financiados se encuentran el nodo español del Acelerador de Innovación en Biotecnología Industrial (IBISBA), contribuciones al Telescopio Europeo Extremadamente Grande (ELT), el telescopio espacial NUSTAR para estudiar fenómenos energéticos del universo, y el Laboratorio de Espectroscopía de Resonancia Magnética Nuclear Manuel Rico, especializado en biomoléculas. Estas acciones buscan posicionar al CSIC en consorcios internacionales y fomentar la investigación innovadora en biotecnología, astrofísica y biomedicina.
Un estudio innovador del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas (CBGP) y el Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG) revela cómo la celulosa bacteriana promueve la regeneración de tejidos vegetales. Publicado en Science Advances, el trabajo demuestra que parches de celulosa bacteriana aplicados a heridas en plantas como Nicotiana benthamiana y Arabidopsis thaliana inducen la formación de nuevas células en solo dos días. Este proceso se debe a la activación de citoquininas y respuestas defensivas, lo que abre nuevas posibilidades para aplicaciones agrícolas, incluyendo cicatrización de heridas y cuidado de plantas ornamentales. La investigación destaca la importancia de la colaboración entre instituciones y su potencial impacto económico en el sector agrícola.
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