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Entrevista a Teresa Mesa, al otro lado del ébola
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Entrevista a Teresa Mesa, al otro lado del ébola

Por Rafa Bernaldo de Quirós
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rafaelbernaldodequiroscom/6/6/23
sábado 16 de diciembre de 2017, 18:44h

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Teresa Mesa, portavoz de la familia que sufrió el primer caso de ébola en España, presenta su primera obra, ‘Al otro lado del Ébola’ (Max Estrella Ediciones), donde cuenta, por primera vez, todo lo que no conseguimos captar los medios de comunicación y que hasta hora no se sabía…
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¿Qué le llevó a ser la portavoz de la familia?

Vi por televisión la muerte del perro. Ni siquiera sabía que Teresa Romero estaba ingresada, ni mucho menos por esta enfermedad infecciosa. Inmediatamente llamé a Javier, el esposo de la enferma, pero sus llamadas estaban restringidas. Mi amigo, por lo visto, había bloqueado la entrada de llamadas, porque le estaban volviendo loco los reporteros, según me comentó después. Le mandé un e-mail e inmediatamente me llamó. Lloraba mucho porque le habían matado al perro y por la situación personal que estaba pasando su mujer. Me pidió que fuera a verle al día siguiente y ya en esa visita me pidió ser portavoz, alegando que su cuñado “era corto” (palabras textuales) y que metía la pata a menudo. Esto, por lo visto, iba en contra de sus intereses. Esta frase ya me hizo pensar, pero lo dejé pasar.

En un principio me negué, dado que él tenía familia y yo consideraba que no era mi lugar. Él insistió, haciendo un alegato a su soledad y a que nadie quería verle por miedo al contagio. Al final mi compasión pudo más que mi lógica. Acepté el cargo, a pesar del miedo al contagio, ya que Javier Limón estaba en aislamiento por una posible trasmisión de la enfermedad. Esto me causó conflictos familiares, dado la gravedad del asunto.

¿Qué sintió al vivir tan de cerca el ébola? ¿Llegó a tener miedo?

Soy valiente por naturaleza, pero humana al fin y al cabo. Tuve miedo en algunos momentos, cuando lo pensaba. Pero sentía más miedo por la paliza y falta de descanso a la que me vi sometida. Sólo dormía 2 horas al día, y estar en esa habitación horrorosa, con ese horrible y caluroso traje, y siempre en el mismo perímetro y de pie... Mi exceso de peso hizo el resto. Todo esto terminó por hacerme una lesión en la espalada. Esta secuela ya será para toda la vida. El estrés fue trepidante. Cuando todo terminó, tuve que asistir a terapias.

¿Qué le empujo a escribir este libro?

La transparencia de la autenticidad. Lo que se vivió allí dentro, la otra realidad. Lo que el público no sabe, porque se contó de una manera sesgada y torticera. Solo yo supe lo que Javier Limón mercadeó con la enfermedad de su mujer. El terrible dolor de esa gente, que se vio forzada al aislamiento por las imprudencias de Teresa Romero. Cómo los medios de comunicación competían entre sí, para ser los primeros. Los entresijos de las televisiones.

Y aunque pueda pecar de pedante, para que se me reconozca la labor social y humana que hice, sólo por cariño a mis amigos y respeto e información a los medios y al mundo en general. Quiero encontrar mi sitio en esta historia.

Me di cuenta que era digna escritora. Cada coma, cada letra, es mía.

Ha llegado a hacer afirmaciones sobre la familia de Teresa Romero que han sorprendido, cuando menos, a la opinión pública. ¿Cree que eran conscientes de lo que estaba pasando? ¿O se dejaron llevar por el huracán mediático de su caso?

Un poco de todo: Ellos fueron ambiciosos y altaneros. El huracán mediático les hizo pensar que eran Dioses. Estaban llenos de odio y solo querían venganza y su forma de vengarse se traducía en dinero. Creo que estaban en una nube y cayeron a un vacío sin retorno. Perdieron todos los juicios, con un abogado mediático, que venía de otros casos polémicos y había ocurrido lo mismo. Les avisé, pero no sirvió de nada. Sanidad tenía talante negociador, pero él, quería más. Pensaba que con este abogado lo conseguiría.

Todos tenemos en nuestras retinas aquella polémica y tan cuestionada imagen en la que unas enfermeras se están poniendo el traje de protección antes de entrar en la zona de aislamiento. ¿Hizo esa fotografía el marido de Teresa Romero tal y como ha defendido? ¿Se saltó el protocolo para hacerla?

Las fotos las hizo el marido, saltándose el protocolo. Me las enseñó en su móvil, y días después las vi publicadas. Él mismo me contó cómo salió de la habitación, alegando la falta de seguridad del hospital. Si llega a tener el ébola, ahora tendríamos un reguero de virus por el hospital. No sé si cobro o lo difundió. Sé lo de otros medios.

Entonces, ¿Teresa Romero creía que estaba infectada antes de ingresar en el hospital? ¿Tomó medidas para evitar el contagio?

Teresa Romero intuía que lo tenía. De hecho, le dijo a su familia que no fueran a casa. Si se tira de hemeroteca, se comprobara que el hermano de Teresa hace estas declaraciones ya. Sólo tomó medidas con los suyos, de hecho, los pomos de su casa estaban plastificados. Pero con el resto de la humanidad no tomó las mismas precauciones, véase el caso de la doctora de atención primaria, las peluqueras, etc.

¿Considera que se hizo todo lo posible para que el ébola no se propagase entre la población?

El ébola vino a España por una mala gestión de la administración. No tenía sentido traer a dos religiosos moribundos, suponiendo esto un grave peligro para la población. Nuestro fanatismo religioso trajo, sin duda, una consecuencia para la salud y un despliegue económico importante para todos los españoles. Dicho esto, también reconozco que Sanidad puso todos los medios a su alcance para erradicar el ébola en nuestro país. No sólo se le administraron las cuatro vacunas a Teresa Romero, también a todos los posibles contagiados que se encontraban en aislamiento. Mejoraron el protocolo y aprendieron con la experiencia. Hemos sido un referente para Europa y quizás para el mundo. De lo que sobre todo tenemos que estar orgullosos, es de los maravillosos profesionales de la salud y las eminencias médicas que atendieron a Teresa Romero.

¿Ha vuelto a saber algo de ellos?

No. Ellos fueron unos cobardes y unos deshonestos. La amistad para ellos es como el papel higiénico… ¡Se limpian el trasero con él! No pueden mirarme a la cara, por lo tanto, me rehúyen.

¿Por qué cree que le llegaron a negar ante los medios de comunicación?

Por una parte no interesaba mi reconocimiento, hacía sombra a ese abogado, que les prometía el oro y el moro. Fueron unos traidores y no podían destaparse ante la opinión pública. Si yo seguía en el caso, minaría sus intereses. No olvidemos que toda la información que daba a todos los medios, era absolutamente gratis. Ellos querían mercadear y yo les restaba ingresos.

¿Qué tiene Tania de Teresa? Es decir, ¿Cuánto hay de realidad y de ficción en esta obra?

Tania es absolutamente fiel a la figura de Teresa. La veracidad es absoluta. Sólo empleo la ficción en la parte lúdica que desarrollo para el entretenimiento del lector. La narrativa de ficción es otra historia paralela, que proyecto entre capítulo y capítulo de la real. La segunda historia, con personajes fantásticos y un mundo mágico, sirve para que el lector respire y, la que escribe, también.

Por último, y para animar a nuestros lectores, ¿Por qué deberían leer su obra?

Deberían leer mi obra porque es un canto a la verdad. Descubrirán cosas inéditas de lo que se vivió en España en aquellos años y, sobre todo, saldrá a la luz la poca conciencia y la ambición de unos personajes que se creyeron Dioses por su poder mediático. Averiguarán los entresijos políticos y la mala praxis de algunos medios.

La parte fantasiosa y mágica les llevará a un mundo imaginario y lleno de pasión.

El amor, el dolor y las aventuras de los protagonistas de esta historia lúdica les harán vibrar de emoción. Cada personaje es protagonista por sí mismo.

Es una novela que engancha desde el principio hasta el final. Cuando acabas tienes unas enormes ganas de seguir leyendo.

Los poemas son los sentimientos que no puedes contar, pero que el alma te permite cantar.

Preguntas de los lectores

Ramón Ortega (Madrid): ¿La crisis del ébola se ha pasado o simplemente se ha olvidado?

La crisis del ébola seguirá hasta que no se erradique en África. Todo el planeta está en peligro. Pero si me pregunta por lo que vivimos en España, le diré con toda seguridad que la crisis se ha silenciado y que, desgraciadamente, en cualquier momento surgirá de nuevo. Nuestros políticos olvidan pronto. Y el resto de la población, nos dejamos manipular con facilidad.

María Rodríguez (León): ¿La censuró Teresa Romero en algún momento? ¿Se ha callado algo que hoy en día pueda contar?

Me censuré yo misma, a pesar de su traición. Esperé a que se resolvieran sus juicios para no influenciar. Por eso ahora cuento todo, y créame que es mucho. Por eso, ahora, lo narro en mi novela.

Ellos no tuvieron la misma consideración que yo. Me tacharon de echadora de cartas y que solo me conocían de eso. Me desacreditaron después de dejar media vida por ellos. ¿Alguien se puede creer que a una persona que no conoces la dejes la portavocía? Fueron 10 años de amistad, que ellos tiraron por la borda.

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