Estamos ante uno de los grupos españoles más importantes de nuestra época. Sí, estábamos convencidos la primera vez que tuvimos el placer de hablar con ellos y nos lo han demostrado después de escuchar ‘Mismo sitio, distinto lugar’. En esta ocasión, Guillermo Galván nos cuenta cómo ha sido el proceso de grabación del disco y lo que nos espera en los próximos meses...
Habéis presentado recientemente ‘Mismo sitio, distinto lugar’ pero, ¿A qué sitio os estáis refiriendo exactamente? ¿Por qué este título para vuestro nuevo álbum?
El disco hace referencia a una especie de reinicio, de un nuevo arranque, que es el resultado de un proceso de ver que somos verdaderamente lo que hemos hecho y hacia dónde vamos a enfocar nuestro futuro. Nos parecía interesante pensar en todos esos sitios que se convierten al final como en tu casa o en algo que se ha hecho importante en tu vida, y dependiendo del momento, el lugar es el espacio compartido por todo el mundo, que para todos es igual, pero pensamos que el sitio tiene que ver con la experiencia de cada uno. No es igual visitar el patio del colegio cuando eres mayor que cuando vives en él prácticamente de niño. Tampoco es lo mismo recurrir al local de ensayo cuando estás empezando tu carrera que ahora, después de muchos años, por eso, la superposición que hacemos en el momento en el que ocupamos los espacios emocionalmente es interesante y tiene que ver mucho con las canciones, porque al final, no dejan de ser eso, unos y ceros en soportes físicos, digitales o lo que sea, iguales para todos pero dependiendo de quién las escuche y en qué momento significan cosas muy distintas.
¿Cómo ha sido tener a Campi Campón como productor?
Campi nos ha ayudado mucho a cambiar cosas del proceso. Venimos de trabajar de una manera muy diferente, ya que en los discos anteriores habíamos hecho preproducciones largas y el momento del estudio era para cerrar lo que ya teníamos más o menos terminado. Campi nos ha hecho entender el estudio como una herramienta más y como un periodo más de composición, y a atrevernos a convertir el estudio casi en una sala de juegos donde probamos cosas, donde las canciones están vivas todavía y también el hecho de que él sea músico nos pareció muy interesante porque nos ayudó a enfocar las canciones de otra manera. De hecho, participó también en algunas de ellas, y nos puso bastante a prueba en todos los procesos.
Habéis grabado en los emblemáticos estudios Hansa, en Berlín. Después de Alemania viajasteis a Estados Unidos para seguir con la producción… ¿Cómo ha influido esto en el resultado final?
Hansa ha influido de una manera determinante porque muchas de las cosas que suenan y de los instrumentos que aparecen en las canciones estaban allí. También el hecho de trabajar en estos estudios canción a canción, donde cada una empezaba por la mañana y terminaba por la noche, y de ir encontrando que lo que había en Hansa participase de las canciones nos hacía tener una mezcla de adrenalina y de jugueteo, un acercamiento a la música muchas veces casi como si fuese un descubrimiento, porque las canciones no dejaban de desenmarañarse a lo largo del día, no estaban cerradas todas desde el principio. Esto se ha hecho también de una manera muy clara gracias a Dave Fridmann, que es uno de nuestros productores favoritos y alguien que tiene especial habilidad para mezclar trabajos con una cantidad muy grande de pistas. Ya antes de la grabación estuvimos mandándonos demos y hablando mucho por Skype, lo que nos permitió tener como cierto colchón a la hora de grabar y probar cosas sin ningún tipo de complejo porque sabíamos que al final íbamos a trabajarlo con él.
El disco abre y cierra con el mismo acorde, ¿Supone esto que la nueva etapa que está suponiendo ‘Mismo sitio, distinto lugar’ se cierra con el propio álbum o seguiréis en la misma línea para el siguiente trabajo?
Yo creo que es un disco que, pese a la coincidencia que comentas, tiene más caminos abiertos y más preguntas hacia el futuro que respuestas. Yo creo que es un álbum que acaba con la mano tendida a lo que está por venir, no es un disco autocomplaciente que se termine en sí mismo.
‘Te lo digo a ti’, el single de presentación, generó desconcierto entre vuestros seguidores. ¿Os esperabais esta reacción?
Era una de las ideas, el disco tiene muchos prismas distintos y si lo escuchan de arriba a abajo ven comunicación, la sátira en muchos casos, y queríamos que la primera sensación, el primer contacto de la gente con el álbum, tuviera que ver con ese desconcierto. También nos pareció un reto para nosotros y para la gente, porque la reacción yo creo que ha sido muy buena, y al final han valorado que hayamos salido del carril que se podría esperar de Vetusta y que les llevásemos a otro espacio. En ese sentido, creo que tenemos un público que es bastante agradecido y que, además, le gustan los retos, ya que cada vez que damos un giro o hacemos cosas nuevas se suma al barco.
Sois considerados uno de los grupos más importantes de rock de los últimos años, ¿No os supone esto una presión añadida a la hora de sacar nuevo material?
La presión existe siempre, pero es una presión artística con nosotros mismos, con una necesidad de hacer algo que sea honesto, que sea relevante para la banda y, sobre todo, que nos permita crecer y que el recorrido que hay desde que empiezas a componer un disco hasta que terminas de grabarlo nos permita conocer a otras personas, aprender y saber que nos ha llevado a otro punto. Esa es la presión, lo que sucede después, lo que pueda predecir, me tendría que sacar el curso de gurú.
Empezasteis tocando en salas pequeñas y ahora llenáis grandes recintos. ¿En qué crees que han cambiado vuestros directos?
En lo esencial no han cambiado nada: compartir canciones, desde el trabajo, la emoción y las ganas de subirlas a una furgoneta y tocarlas en cualquier tipo de escenario. Ha cambiado la cantidad de gente con la que las compartimos, porque la manera de dirigirte a 20 personas es diferente que la manera de dirigirte a 50.000, pero lo esencial yo creo que sigue estando ahí, es decir, la urgencia y la necesidad de tocar juntos, compartir las canciones y convertir el concierto en algo irrepetible.
¿Contará la nueva gira con un libro como ‘Memoria Instantánea’, de la gira de ‘La Deriva’?
No sé, la verdad. Vamos pasito a pasito… Acabamos de sacar el disco, lo estamos presentando, estamos montando la gira, adecuando las canciones al directo, y nos gusta ir poco a poco. No sé si va a tener algún tipo de proyecto asociado a la gira, pero yo creo que es pronto para saberlo.
¿Crees que la industria de la música goza de buena salud en la actualidad?
La música siempre ha gozado de buena salud en la historia de la humanidad, asociada a la necesidad artística y de comunicación que tenemos. Yo creo que, como canal y vía de expresión, siempre es pertinente. En cuanto a la industria de la música, es un tema para hablar más detenidamente. Estamos en un punto de cambio muy grande, desde el punto de vista tecnológico y de hábitos de consumo, y yo creo que hay un reto para todos, para la industria, para los músicos y para el público, de llevarla a un lugar interesante que permita que exista un tejido que pueda hacer posible que los músicos puedan hacer música de una manera digna y que todos, al final, se sepan beneficiar de esta rueda.
¿Qué balance haces de este último año?
Muy positivo, porque si pienso en dónde estaba hace un año, me pongo en un lugar donde estaba todavía el disco en el fuego, había mucha incertidumbre, muchas dudas sobre lo que iba a suceder, y yo creo que hemos sabido llevar el disco a un lugar muy bonito y hemos, sobre todo, estado en el camino con gente que nos ha enseñado mucho, como Campi y Dave, y esto nos plantea incluso volver a Latinoamérica a presentar allí el disco y hacer promoción, por lo que se nos presenta un 2018 desde un punto de vista muy emocionante.
Por último, ¿Por qué crees que nuestros lectores tienen que escuchar vuestro último trabajo?
Yo creo que es un disco que al seguidor de Vetusta Morla le va a aportar cosas nuevas y cosas que reconoce como familiares. Hay un cable hacia tierra grande con lo que ha sido la banda durante todos estos años, pero también hemos abierto las ventanas de la casa para que entre aire nuevo y para que sucedan cosas que creo que van a ser sorpresa, así que yo animaría a la gente a que lo escuchase porque, tanto el que nos sigue como el que es nuevo en el mundo de Vetusta, se va a encontrar sorpresas. Es un disco muy intenso, donde hay muchas emociones, así que nos gustaría que fueran ocupadas por esos espacios que hemos intentado plasmar en las canciones, que fueran ocupados por los oyentes y que los hagan propios.
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