4 de mayo de 2025
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Y la segunda gran verdad antes anunciada, quizá más rotunda e incontrovertible que la primera, es la siguiente: Que venza quien venza en un posible plano militar, el que pretenda gobernar políticamente el Globo Terráqueo tendrá que partir, y en principio, aplicar, la cultura y los conocimientos científicos creados, hasta ahora, única y exclusivamente por Occidente.
Quizá antes de pasar a analizar el futuro conflicto por el cual las partes contendientes pretenderán que su “Liderazgo Cultural” sea el único válido -que parece que ahora ya ha dejado de ser un conflicto larvado, porque con la invasión de Ucrania por Rusia, este ya se nos presenta claramente como manifiesto-, es posible que debamos dejar bien expresadas dos grandes verdades.
Ese otro posible oponente que puede disputarle el Liderazgo Cultural en el globo Terráqueo a Occidente, aunque en menor medida, porque fue más un tema del pasado, podemos denominarlo como… El Islam.
Quizá sea bueno que analicemos las características comunes que engloban exactamente igual a Rusia y su cultura, y a la Civilización China. ¿Realmente, en su posición de intentar competir con el Liderazgo Cultural mundial contra Occidente, son tan iguales?
| (Foto: Ministerio de Exteriores chino) |
Ahora hemos de analizar los Pros y Contras de la Cultura China para poder ejercer un Liderazgo Civilizatorio en el planeta Tierra.
Un español en Alemania
Miles de manifestantes participaron en una manifestación contra el racismo a comienzos de año en Düsseldorf (Alemania).
También es imprescindible que analicemos en profundidad cual es la Posición y los Intereses de China.
También, tal como hicimos con Rusia, hemos de estudiar y proyectar la “Psicología China”. De esa forma sabremos qué mecanismos de valoración y reacción disponen sus élites, y con ello podremos, en parte, saber cómo se comportarán de futuro frente a este o aquel supuesto.
El segundo gran adversario que aparece en contra de la cultura Occidental es China. Ya lo hizo en el pasado defendiéndose y luchando para mantener su territorio y su ancestral cultura.
Vivimos malos tiempos para la lírica y mucho más para una política en crisis terminal. En toda Europa, pero especialmente en nuestro país.
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