03/12/2025@15:38:06
Un equipo del Instituto de Neurociencias (IN) y la Universidad Miguel Hernández ha descubierto un mecanismo molecular que explica cómo un entorno estimulante durante la infancia mejora la memoria y el aprendizaje. El estudio, realizado en ratones y publicado en Nature Communications, revela que el factor de transcripción AP-1 actúa como un interruptor que regula la expresión de genes relacionados con la plasticidad neuronal. Los ratones criados en entornos enriquecidos mostraron un mejor rendimiento en tareas cognitivas, mientras que aquellos en entornos empobrecidos tuvieron peores resultados. Este hallazgo sugiere que las experiencias tempranas dejan una huella biológica en el cerebro, lo que podría tener implicaciones para desarrollar estrategias terapéuticas en trastornos del neurodesarrollo.