En su lugar, llegará a Roma el arzobispo Pietro Parolin, ahora nuncio apostólico (embajador) en Caracas. Un boletín oficial de la Santa Sede ha confirmado la noticia, pero el cambio de la guardia será efectivo en 45 días, para dejar tiempo al nuevo superministro a organizarse.
Con mucha antelación respecto a lo que hiciera su predecesor, que esperó hasta pasado el año para sustituir a Angelo Sodano, sólo lleva cinco meses de mandato Jorge Mario Bergoglio, remplaza a Bertone, de 79 años, en el centro de los escándalos de Vatileaks pues los documentos sustraídos por El Cuervo desde el apartamento pontificio y filtrados a la prensa le retrataban como jefecillo de una corriente muy conservadora y poderosa.
El cardenal no abandonará Roma sino que se quedará como presidente de la Comisión cardenalicia que vela sobre el IOR (el Banco vaticano), hasta completar el estudio que exigió al banco vaticano Moneyval, el organismo del Consejo de Europa que evalúa la transparencia de los institutos de los 47 Estados miembros.
Además hasta cumplir los 80, Bertone mantendrá también el cargo de Camerlengo: en caso de que se abra una nueva sede vacante, sería una vez más él quien tendrá que guiar la Iglesia en cuestiones de administración.
El hombre que el Papa ha elegido como brazo derecho nació en el norte de Italia, cerca de Venecia, el 17 de enero de 1955 y tendrá que desplegar toda su sabiduría y experiencia diplomática para ayudar en la empresa principal del pontificado de Francisco: reformar la Curia romana.