Este grupo de doce integrantes se dedicaba a introducir la cocaína en la capital abulense; después la distribuían al por menor en diferentes puntos de la ciudad y en la provincia. La banda estaba conformada por personas de origen colombiano, español y marroquí. Tres de ellos eran familiares y vendían la mayor parte de la droga en su propio domicilio, además se encargaban de dirigir la comercialización con el resto de los detenidos.
La operación ha durado varios meses hasta conseguir los indicios suficientes para incriminar a todos los detenidos. Además se ha descubierto que la cocaína provenía de diferentes suministradores: tres de ellos vecinos de un pueblo de la comarca de Pinares, y de otro vecino de Madrid; también detenidos para desarticular toda la red de distribución. Entre los elementos confiscados se encuentra medio kilo de cocaína y unos 2.000 euros en metálico. Los detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, decretándose la prisión provisional para tres de ellos.
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