El motivo para este nuevo escándalo es que presuntamente Toni Cantó en una entrevista en http://www.jotdown.es comparara la pederastia con la política de inmersión lingüística que se realiza en Cataluña y Valencia, lo que escandalizó a muchos que muy probablemente sólo oyeran de pasada la parte de la entrevista relativa a ese apartado en cuestión y sin prestar excesiva atención o puede que sólo dos frases de ella.
En Horapunta consideramos que antes de hablar de un asunto es muy necesario ir a la fuente original, que muy amablemente desde el perfil de UPyD y del propio Toni Cantó proporcionaron en la red de microblogging y eso hemos hecho.
Y nos ha parecido tan interesante que no sólo vamos a mostrar la respuesta concreta a la pregunta sobre la inmersión lingüística sino un gran extracto de la misma, con el que demostrar que Toni Cantó no es un “cabeza de chorlito”, tal y como a veces queda reflejado en los medios.
¿Recuperado de tu última movida? (polémica por las denuncias “falsas” de violencia de género)
Me tienen en el punto de mira a lo bestia. No solamente en Twitter, aquí también. El PSOE está muy mal y necesita buscar historias como esta. Me han dado por todos los lados, eso sí, menos en la calle. Mirabas la noticia en los medios digitales y podía ser supertrallera conmigo, pero luego veías los comentarios de la gente y era otra historia. Ha habido mucha gente en la calle que me ha mostrado su apoyo a pesar del error. Pero, si bien hay que subrayar que es un error, no dar bien los datos, no se debe esconder que hay un problema en el que nadie quiere entrar. Nosotros lo seguiremos abordando.
Tu primera experiencia política es en Torrelodones.
Allí se inicia la típica cosa que ha pasado en este país, el PP llevaba gobernando no sé cuántos años y deciden cargarse una zona medioambientalmente muy importante, un paso entre El Pardo y la Sierra de Guadarrama, donde hay jabalíes, lechuzas, y deciden que es más bonito, dónde va a parar, poner un campo de golf. Nosotros nos negamos, empezamos a pelear y al final este grupo de gente que forma aquello, y entre los que yo me sumé un poquito más adelante, nos damos cuenta de que la única herramienta para hacer política —y esto hay que comunicarlo cada vez más— es un partido político.
Creamos un partido y en las primeras elecciones conseguimos cuatro concejales a base de currar, ir calle por calle, puerta por puerta, de buzonear una vez al mes, y a las siguientes tenemos la suerte de sacar nueve, estar gobernando y convertir Torrelodones en uno de los primeros sitios en este país que tiene superávit, que está acometiendo obras, que ha cambiado su forma de relacionarse con los vecinos.
Me siento muy orgulloso del grupo, no sigo dentro porque no se puede militar en dos partidos, pero Vecinos de Torrelodones es un partido completamente transversal, hay gente de todas las ideologías. Y sí que se debe apoyar la idea de que donde la política es gestión pura y dura es en los municipios. En Estados Unidos hay pueblos de menos de 200.000 habitantes en los que no hay alcaldes, hay un tío con un máster en gestión del copón y un par de concejales electos con quien se reúne, pero quien lleva la historia es él. Hay una carrera especialmente diseñada para gestionar un pueblo. Los americanos son muy prácticos. En política municipal la ideología a lo mejor es el 5%.
Entonces defiendes que los descontentos militen en partidos.
Desgraciadamente no se ven colas en las sedes de los cientos de partidos políticos que hay en este país. Seguro que cada persona puede encontrar uno donde se sienta identificado, sin duda. Estoy absolutamente seguro, lo que no podemos pretender es identificarnos al 100%, si no cada ciudadano español deberíamos tener nuestro propio partido político. En eso a los españoles nos cuesta, no nos gusta ponernos activamente a trabajar, y en esto me incluyo, somos más de ponernos a mirar y protestar. Y yo creo que una de las cosas buenas que tiene una crisis es que ha empujado a mucha gente al cabreo y que a muchos de ellos les ha puesto en marcha. Y esto es muy importante, porque antes… Yo vengo de una tierra como es Valencia donde el Partido Popular con casos de corrupción e imputaciones por todas partes volvía a ganar unas elecciones por mayoría absoluta. Es alucinante, no puede ser, pero es así.
Hay que pelear por recuperar la palabra “política” y dotarla de un significado diferente al que tiene ahora. Hoy en día la política es el segundo problema después del paro para los ciudadanos, y esto es muy sintomático. Hay que recuperarla, porque lo que está mal es de qué manera se ha hecho en este país, pero la política es la única herramienta que existe para mejorar la realidad, no hay otra.
José Luis Sampedro dijo en este espacio (www.jotdown.es ) que a las asociaciones ciudadanas, o vecinales, se las había machacado.
No estoy de acuerdo con que se las haya machacado, no tengo un discurso tan victimista, creo que con ellas ocurre como pasa en otros sectores de nuestro país y es que están excesivamente atomizadas. Uno se encuentra con las asociaciones de agricultores y hay 300, bueno, hay bastantes más, por eso el poder de negociación que tienen frente a los distribuidores, o quienes les suministran semillas, es nulo.
Eso pasa aquí también. Hablas con las asociaciones de padres separados y hay 50. Tiene mucho que ver con nuestro carácter y dificultades para hacer política. Y en esto quiero ser crítico. No puede ser que nosotros no tengamos ninguna responsabilidad sobre lo que nos pasa. Entonces no somos seres humanos, somos un hatajo de inútiles. Este discurso victimista de que es el poder el que lo consigue todo y yo no tengo ninguna responsabilidad es un discurso irresponsable, facilón. Hay que reconocer cuál ha sido nuestro papel en todo lo que ha pasado en este país. Todos tenemos responsabilidades por inacción, por haber estado en el sistema, por haber mirado a otro lado, por no involucrarse en un partido o crear uno si es que no hay ninguno. Porque es evidente que las reglas que tenemos hoy en día no son las buenas, pero hay que pelear por cambiarlas. Con una ley electoral como la nuestra es muy complicado que un partido político nazca, pero nosotros estamos ahí.
¿Por qué pasas luego a Ciutadans?
Por gente como Arcadi, o como Boadella, Tubau… les admiro, y soy muy crítico como ellos con el nacionalismo. Creo que es una de las cosas más retrógradas que existen. A partir de ahí me pongo a disposición del movimiento, pagando un precio, como ahora, como siempre, porque en este país hay falta de cultura democrática, por eso es muy complicado ver a gente de la vida pública o actores que se involucren con un movimiento que no sea el de siempre.
Hice una manifestación con ellos, que fue contra la política lingüística, contra el fascismo lingüístico que hay allí. Lo que ocurre es que después de eso surge UPyD y para mí es el siguiente paso por razones evidentes, porque es un proyecto nacional.
En otros países con varias lenguas se lleva todo con más naturalidad que en España.
Se llevan con mayor naturalidad porque no se prohíben, a mí no me dejan estudiar en castellano en Cataluña, o en algunos lugares de Valencia, que está dirigida por el Partido Popular. De la misma manera que cualquier alumno puede estudiar ciencias o letras yo quiero elegir si prefiero castellano o valenciano, creo que es lógico, que no hay país en el mundo en el que pase esto. Bueno, uno. Creo que sí, me parece que en las Islas Feroe, lo vi en un artículo.
Pero tacharlo de fascismo cuando viene dado por instituciones democráticas, que además son de distinto signo en Valencia y Cataluña…
Es que hay límites, no pueden pasar por encima de mi libertad. De la misma manera que no se puede decidir que se permita a los pederastas campar a sus anchas. Bueno, a lo mejor debería poner otro ejemplo, porque si comparo lo de la lengua con estas cosas ya voy jodido, con el mes que llevo… Pero es que hay límites. Son cosas que son o no son constitucionales. Además, aquí tenemos un problema, que la justicia está politizada. Lo vemos con el caso Bárcenas; Bermúdez es de izquierdas y lo va a hacer de tal manera y el otro es de derechas y lo hará de tal otra. Cuando algo va al Constitucional ya sabemos lo que va a hacer la mayoría progresista o la mayoría conservadora.
Todo esto explica cómo estamos, pero yo creo que no se le puede prohibir a uno estudiar en el idioma que desee. De hecho el Constitucional ya lo ha dicho así, aunque en Cataluña se lo pasen por el forro, lo cual es alucinante también. Pero esto habla también de la tibieza del Partido Popular, que en este tipo de cosas como en otras —Amaiur, o el discurso de feminismo más radical— es completamente acomplejado. Como decía Aranguren, en la oposición se hace ética y en el Gobierno política. Uno es muy tal en la oposición, pero luego llega al Gobierno y se olvida de un montón de cosas. Es obvio que no se puede prohibir a nadie que eduque a sus hijos en uno de los dos idiomas cooficiales donde vive, pero en fin. Esto es una locura.
El resto de la entrevista podréis leerla en http://www.jotdown.es/2013/04/toni-canto-mi-obligacion-como-cargo-es-entrar-en-lo-politicamente-incorrecto-no-quedarme-en-la-etiqueta/