Israel allana oficinas de la UNRWA en Jerusalén Oriental

En un nuevo acto que desafía las normas del derecho internacional, la policía israelí llevó a cabo una incursión violenta en las instalaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Jerusalén Oriental durante la madrugada del lunes. La operación fue precedida por un cerco al complejo, donde se desplegaron motocicletas, camiones y grúas.

Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA, detalló que las fuerzas israelíes, acompañadas por funcionarios municipales, “irrumpieron en el complejo” y llevaron a cabo acciones como cortar todas las comunicaciones, confiscar muebles y equipos informáticos, además de reemplazar la bandera azul de la ONU por una bandera israelí.

Desprecio flagrante

Lazzarini calificó esta acción como un desprecio flagrante de la obligación de Israel, como Estado miembro de la ONU, de proteger y respetar la inviolabilidad de las instalaciones de la organización. En una publicación en la red social X, subrayó que este brutal allanamiento tiene un gran peso simbólico para los palestinos y se suma a una cadena de agresiones hacia el organismo.

“Permitir esto representa un nuevo desafío al derecho internacional y sienta un precedente peligroso en cualquier otro lugar del mundo donde la ONU esté presente”, advirtió Lazzarini.

Precedente peligroso

La UNRWA proporciona salud, educación y otros servicios esenciales a aproximadamente seis millones de refugiados palestinos en cinco regiones del Medio Oriente, incluidos los territorios ocupados. Desde el inicio del conflicto en Gaza el 7 de octubre de 2023, tras el ataque liderado por Hamas al sur de Israel, la Agencia ha enfrentado un acoso constante.

Dicho acoso ha tomado diversas formas: desde manifestaciones hostiles y ataques incendiarios hasta campañas masivas de desinformación. Además, se han registrado reiterados actos de intimidación contra sus operaciones.

Acoso constante

Lazzarini reveló que el complejo en Jerusalén Oriental ha permanecido vacío desde principios del año debido a una “legislación anti-UNRWA” aprobada por el Parlamento israelí. En octubre pasado, la Knéset aprobó dos leyes que prohíben las actividades de la Agencia en todo Israel, incluida Jerusalén Oriental; otra ley impide a cualquier funcionario israelí colaborar con el personal del organismo.

A pesar de estas restricciones legales, Lazzarini enfatizó que el complejo mantiene su condición como instalación de la ONU, lo que le otorga inmunidad frente a injerencias externas. Según él, Israel es parte de la Convención sobre Privilegios e Inmunidades de la ONU, que protege estas instalaciones contra registros o incautaciones y asegura sus bienes frente a procedimientos judiciales.

Estatus de inmunidad

No obstante esta inmunidad formal, el aumento en las presiones ha obligado a la UNRWA a evacuar su sede en Sheikh Jarrah a finales de enero y redistribuir temporalmente su personal internacional en Jordania. Los trabajadores locales continúan su misión, arriesgando su seguridad para asistir a una población palestina severamente afectada por crisis humanitarias tanto en Cisjordania como en Gaza.

Respaldo internacional a la UNRWA

El asalto ocurrido hoy se produce solo tres días después de que la Asamblea General de la ONU renovara el mandato de la UNRWA por tres años más. Esta decisión fue respaldada por una contundente votación que contó con el apoyo de 151 Estados miembros, 14 abstenciones y diez votos en contra.

Lazzarini interpretó este resultado como una expresión inquebrantable del apoyo mundial: “Refleja la amplia solidaridad expresada globalmente hacia los refugiados palestinos”, afirmó. La renovación del mandato también pone de manifiesto el reconocimiento internacional sobre su responsabilidad hacia una población desplazada bajo ocupación ilegal durante 75 años.

Finalmente, Lazzarini instó a que esta votación debe traducirse ahora en un compromiso real y recursos adecuados, necesarios para cumplir plenamente con el mandato establecido.

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