La mortalidad materna ha experimentado una notable disminución del 40% en las últimas dos décadas, un avance significativo en el ámbito de la salud global. Sin embargo, este logro se encuentra amenazado por los recientes recortes a la ayuda humanitaria, según un informe interagencial de la ONU.
El documento destaca que los recortes en el financiamiento han llevado a muchos países a reducir servicios esenciales para la salud materna. Esta situación es especialmente preocupante en contextos humanitarios, donde las tasas de mortalidad ya son alarmantemente elevadas.
Urgente llamado a la acción
La ONU hace un llamado urgente para prevenir muertes durante el embarazo y el parto, enfatizando que cada vida cuenta y que las políticas actuales deben priorizar la salud de las mujeres. La reducción de estos servicios no solo pone en riesgo a las madres, sino también al bienestar de sus hijos y comunidades enteras.
A medida que se intensifican las crisis humanitarias alrededor del mundo, es crucial que los gobiernos y organizaciones internacionales reevalúen sus compromisos financieros hacia la salud materna. La protección de estos servicios es fundamental para mantener los avances logrados hasta ahora y asegurar un futuro más seguro para todas las mujeres.