Fez, Marruecos

Hay quienes prefieren tomar contacto con Marruecos a través de Marrakech, pero si queremos acercarnos y conocer la cultura marroquí, Fez también es una opción interesante. Es un destino embaucador que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad en 1981.

Fez es un lugar cercano donde podremos sentirnos cómodos y donde podremos disfrutar de unas vacaciones distintas, adaptadas a nuestras preferencias. Es considerada capital cultural, religiosa y espiritual de Marruecos y si tuviésemos que escribir nuestra propia historia de fantasía durante estas vacaciones, Fez sería el marco idóneo para hacerlo. Aquí encontraremos chilabas, alfombras, lámparas y una gastronomía especial que nos harán participar en una aventura inolvidable.

La que durante la Edad Media recogiese el nombre de Hispania Nueva acogió a un gran número de andaluces tras la gran revuelta de Córdoba, pero actualmente su población dominante es árabe. Durante la etapa posterior, Fez brillaba con esplendor y magnificencia que se reflejaba en las lujosas casas y palacios del siglo XIV y que quedó parcialmente destruido tras el gran terremoto que hubo en la ciudad en 1522.

Posteriormente la ciudad sufrió una gran trasformación concentrada en la parte moderna, centro comercial de la ciudad y de estilo occidental conocida como Ville Nouvelle.

Aunque Fez es una ciudad donde no necesitaremos llevar una guía porque es mejor descubrirla poco a poco según vallamos adentrándonos en ella, sí que hay ciertos lugares que no debemos dejar de ver.

Sin determinar en esta ocasión ningún orden para realizar las visitas, si que os voy a recomendar que toméis el primer contacto con esta Ciudad Imperial a través de la visita a la Plaza Seffarine. Situada en el corazón de la Medina Fez el-Bali, esta plaza acoge a los maestros caldereros encargados de producir artículos de cobre como teteras o bandejas. El sonido de los golpes de estos caldereros dando forma al metal nos harán sentir partícipes de esta tradición y nos llevarán a conocer el zoco de los curtidores y el de los tintoreros.

En la mayoría de los lugares que encontraremos en Fez tendremos que contemplar su plenitud desde fuera ya que los lugares sagrados son de acceso exclusivo para los musulmanes. Pero hay lugares como el Mausoleo de Mulay que merecen la pena visitarlos para ver desde fuera el imponente edificio.

Lo mismo ocurre con el Palacio Real de Fez, donde solo podremos ver sus siete puertas de acceso al palacio. Aun así, el brillo y la grandeza de este edificio nos embaucarán. En los alrededores, caminaremos por las casas del cercano barrio judío que ofrecen un aspecto diferente a las de estilo musulmán. Situado tras la Puerta de Bab Sammarine encontraremos el antiguo mercado del cereal que nos hará retroceder en el tiempo.

ZONAS DE FEZ

Fez el-Bali: Es caótica, laberíntica y siempre llena de turistas, por eso se recomienda ir con un buen mapa y tener como referencia las calles Talaa Sghira o Talaa Kbira.
Fez el-Jdid: medina nueva. (Palacio Real, Barrio Judío)
Ville Nouvelle: La Avenida Hassan II lleva a bares, terrazas y pastelerías.

No podemos abandonar Fez sin visitar algunas de las medersas que hay en esta ciudad. La que más destaca de todas es la Medersa Attarine, una de las principales escuelas de la religión coránica en las que los estudiantes podían residir durante sus estudios. En el patio interior encontraremos una gran fuente de mármol y al final del todo una cúpula de madera de cedro con abundante ornamentación que cubre la sala para la oración.

Son muchos los lugares que visitar en Fez, pero que debemos descubrir paseando entre las callejuelas. Esa es la mejor formar de conocer todo lo que guarda en su interior una Ciudad Imperial. Así empezaremos a formar parte de la cultura musulmana y descubriremos la amabilidad de los habitantes de nuestro país vecino. ¡Buen viaje, viajeros!