El líder de los socialistas propone que se exima del pago del IRPF a los parados, así como a los pensionistas que tengan a personas a su cargo y a los trabajadores con hijos cuya renta anual no supere los 16.000 euros anuales.
Fuentes socialistas aseguran que se trata de un "rescate fiscal para quienes peor lo están pasando en esta recesión", que se enmarca dentro de la "ambiciosa reforma fiscal que defiende el partido.
Según explican, "la crisis económica está castigando especialmente a los parados y trabajadores con menos ingresos que se han empobrecido rápidamente a consecuencia de la bajada de salarios, los recortes en el gasto y servicios públicos fundamentales y la mayor subida de impuestos y tasas de la democracia".
Por eso defienden "una reforma fiscal progresiva" que pretende "proteger fiscalmente a los sectores que más dificultades están pasando y que son los más perjudicados por la crisis".
"Se trata de una medida de justicia social para ayudar a los más castigados por la crisis y por los recortes del Gobierno y también de eficiencia económica para estimular el consumo y la actividad económica para crear empleo", añaden.
Se trata de "integrar en el IRPF la tributación de la rentabilidad de toda la riqueza patrimonial de las personas a partir de un mínimo exento, ya sea inmobiliaria o mobiliaria e independientemente de donde esté invertida (SICAVs, Fondos de Inversión, Sociedades Instrumentales, Sistemas de Previsión Social Personalizados, etc.)".
De esta forma, apuntan, "pagarán más las grandes fortunas, y su capacidad económica quedará reflejada en el IRPF a la hora de recibir ayudas".