03/09/2025@18:23:10
Un estudio liderado por el Instituto de Neurociencias del CSIC y la Universidad Miguel Hernández ha identificado cómo una mutación genética asociada al autismo afecta los niveles de vasopresina, una hormona crucial para la conducta social. Utilizando un modelo de ratón, los investigadores demostraron que esta mutación interfiere en la liberación de vasopresina en el septum lateral del cerebro, lo que se traduce en problemas de sociabilidad y agresividad social. Este hallazgo proporciona una explicación biológica sobre cómo el gen Shank3, relacionado con el autismo, impacta en las interacciones sociales. Además, se han identificado dos receptores de vasopresina que regulan diferentes aspectos del comportamiento, abriendo la puerta a tratamientos personalizados para mejorar déficits sociales sin efectos secundarios no deseados. La investigación cuenta con financiación europea y forma parte del proyecto MotivatedBehaviors, centrado en comprender trastornos asociados a deficiencias en la conducta social.