4 de mayo de 2025
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Uno de los crímenes periodísticos más repugnantes que he vivido tienen que ver con Cristina Fallarás, que ahora la incluyen en la lista de consejeros de RTVE, a comienzos del dos mil.
Me da en la nariz que Pedro Sánchez ha conseguido con su “ministro plenipotenciario” Pablo Iglesias calmar a los de la República Catalana, porque eso es lo que se creen que es, un estado independiente, los seguidores de ese nazi conocido por su diminutivo Quim, llamado Joaquín Torra.
Desde Nicolás Salmerón, que fue presidente de la República en un breve periodo de un mes en 1873, creo que no habíamos tenido el honor de que un almeriense fuera miembro del Consejo de Ministros de España, salvo el vizconde José Barrionuevo, como ministro de Interior del primer gobierno de Felipe González.
Llevamos muchos años sufriendo de la dejación de Marruecos en la vigilancia de sus fronteras, sobre todo cuando su rey se molesta o cuando intuye que España atraviesa un periodo de debilidad.
De todo hay un antes y un después. De todo. Y tras el paso al club de la casta por parte de la pareja Pablo Iglesias y su manceba, con chalé frente a Torrelodones, piscina de diseño, casita para invitados, y demás exquisiteces propias de ricos, no de trabajadores, se desmorona el partido político que prometió el cielo y ha resultado ser como todos. Y si no ha acariciado la corrupción, aún, es porque no ha gobernado ocho años seguidos.
Estamos tontos. Sí, somos tontos del bote. Y somos tontos todos los días porque entusiasmados con todo lo que nos ofrecen, gratis, Google, Facebook, Whatsapp, y otros muchos, se han creado unas bases de datos donde la privacidad se ha ido al carajo.
Recuerdo que Xabier Arzalluz, siendo el máximo responsable del PNV, minimizaba los actos vandálicos de la Kale Borroka llamándoles “los chicos de la gasolina”. Vamos, que los muchachos sólo quemaban cajeros automáticos y autobuses. Pobrecitos, sólo se trataba de una travesura.
Los que se resisten a secundar la locura nazionalista catalana, con “Z” de “nazis”, lo están pasando mal. Los jóvenes cachorros de Arran, rama juvenil de la CUP, imitando la kale borroka vasca, no paran de ejercitar la violencia contra las organizaciones, empresas y políticos que no se manifiestan a favor de la república.
Ha tenido que ser precisamente el comunista Paco Frutos quien haya señalado la contradicción de que las izquierdas catalanas estén poniendo la cara para que la burguesía del tres por ciento se convierta en estado independiente.
Hay quien sostiene que lo que ha sucedido estos meses en Cataluña ha sido una desgracia. El fracaso de un gobierno que en su momento no se atrevió a parar el independentismo y ahora lo tienen más crudo aún, ya que se prevén unos resultados secesionistas el próximo 21-D.
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