El Gobierno español ha anunciado que monitorizará de cerca los discursos de odio que puedan surgir a raíz del acuerdo entre PP y Vox en Jumilla, donde se ha decidido prohibir actos islámicos en espacios públicos. Según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, esta medida podría atentar contra la libertad y dignidad de las personas, y se realizará un seguimiento a través del Observatorio contra el Racismo y la Xenofobia. La iniciativa busca promover una sociedad libre de discriminación, recordando que la libertad religiosa está garantizada por la Constitución. Este movimiento sigue al aumento de mensajes de odio detectados tras disturbios racistas en Torre-Pacheco.