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explotacion sexual

Madrid

14/11/2017@13:02:27
Liberada una joven obligada a ejercer la prostitución en la calle Montera de la capital durante jornadas de 12 horas diarias en las que, sin descanso ni para comer, debía realizar un mínimo de 15 servicios. Los detenidos, dos hombres y una mujer, utilizaban el método conocido como “lover-boy” para engañar a las jóvenes y conseguir que viajaran hasta España para vivir con el hombre del que se habían enamorado.

Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han desarticulado una organización dedicada a la trata de mujeres de origen rumano para el acuerdo de matrimonios forzados y para su explotación sexual. Han sido liberadas siete víctimas en nuestro país, entre las que se encontraban tres jóvenes de 13, 16 y 17 años de edad, y se ha detenido a 11 personas -siete en Pamplona y el resto en Segovia-, con lo que se da por desarticulado este grupo criminal.

La organización, que estaba asentada en Alicante y La Rioja y destacaba por su gran movilidad a nivel nacional, obligaba a las mujeres a cambiar continuamente de piso para que no se las vinculara con el mundo de la prostitución.

La rápida intervención de los agentes permitió que una de las víctimas fuera liberada nada más llegar a España, incluso antes de conocer cuál iba a ser su destino real.

Esta actividad delictiva afecta cada año, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a unos 2 millones y medio de personas, en su mayoría a mujeres y niñas en todo el mundo, negocio que mueve unos 7.000 millones de dólares.

La colaboración ciudadana facilitó la investigación de los agentes que pudieron comprobar cómo entre los jóvenes explotados había un menor de 17 años, que ha sido liberado. Además de servicios sexuales, en el piso se ofrecían sustancias estupefacientes -tanto a sus víctimas como a los clientes-, y todo ello era anunciado a través de una página web en la Red.

Las víctimas captadas en su lugar de origen eran obligadas a ejercer la prostitución mediante amenazas, palizas y coacciones para saldar una deuda contraída.

Las víctimas pactaban unas condiciones laborales con un supuesto empresario español, que asumía los gastos de su viaje, unos 1.700 euros, dinero que podrían devolver poco a poco cuando empezaran a trabajar.

También ha sido arrestado un hombre, que se hacía pasar por abuelo de la víctima, y que era el encargado de buscar clientes y de recaudar y entregar el dinero a las dos ascendientes de la niña.