Pucelanos y sevillistas se repartieron los puntos, división que no enriquece ni acerca a ninguno a sus objetivos. Jaime intervino en la primera mitad para salvar los tiros de Fazio y Navas, pero el Valladolid llevaba el peso del partido. De ahí que cerca del descanso se adelantasen con un golazo. Ebert y Óscar comandaron una contra excelente que acabaría con la finalización exquisita de Javi Guerra para levantársela a Palop. Los de Emery necesitaban el descanso para reposar y pensar en cómo poder sacar algo positivo de Zorrilla.
Reyes se encargó de dinamizar a los suyos, pero Dani volvía a actuar de forma gloriosa para evitar el gol andaluz, esta vez ansiado por Negredo. No eran capaces de batir al guardameta hasta que se declaró una mano más que polémica para que Negredo consiguiese el empate desde los once metros. A partir de aquí, el partido se pudo decantar para cualquiera de ambos bandos, pero ni Ebert ni Guerra por lado pucelano, ni Negredo por parte nervionense pudieron mover el marcador del empate. Los sevillistas siguen con su martirio de partidos a domicilio y ven más lejos Europa, mientras que el Valladolid consigue otro punto para esa salvación que nunca llega.