Morenés incluyó al pronunciar su discurso este significativo adjetivo, "absurdas", que no figuraba en el texto escrito previsto y que se adelantó a los periodistas, para componer una de las frases finales de su intervención en el Salón del Trono del Palacio Real, donde se celebró el acto, presidido por los Reyes y el Príncipe de Asturias.
Por lo demás, el ministro recordó las actuaciones de los militares españoles, tanto en "teatros de operaciones lejanos" como garantizando la seguridad y la defensa de España, "fundamento sobre el que se asienta el progreso y el bienestar" del país, así como su libertad, la justicia y la solidaridad. Recordó a los 12 militares que han perdido la vida en el ejercicio de su deber constitucional, que, aseguró, anteponen a "cualquier anhelo o interés particular".
Morenés constató que España vive "un período difícil", con medidas de recorte del gasto "muy duras" a las que la defensa "no es ajena" y que las Fuerzas Armadas afrontan con lealtad y sacrificio, pero confía en que el país saldrá reforzado. Acto seguido, enumeró las iniciativas emprendidas por su departamento para mejorar la eficiencia y maximizar los recursos, recogidas en la Directiva de Defensa Nacional aprobada en julio pasado.
Entre los aspectos que mencionó, están la creación de los nuevos mandos de Vigilancia y Seguridad Marítima y de Defensa y Operaciones Aéreas, a los que pronto se añadirá otro de Defensa del Ciberespacio. También la aliminación de duplicidades en los órganos de dirección política y gestión de las Fuerzas Armadas.
El ministro volvió a romper una lanza por la industria militar española, a la que considera "una capacidad fundamental" para garantizar la seguridad y la soberanía de España, responsable de que el ejército tenga "unos medios a la altura de los mejores". Según subrayó, los militares "no piden, no rehusan", y es obligación de los responsables del Ministerio y de toda la sociedad darles los mejores medios para el cumplimiento de su deber.
Así, defendió la "decisión difícil pero responsable" y, sobre todo, "de justicia", que tomó de hacer frente a los compromisos adquiridos por anteriores gobiernos. Una decisión que, además, ha permitido renegociar los planes de armamento y adecuarlos a las nuevas necesidades.
Morenés abogó también por racionalizar el patrimonio de que dispone Defensa para que no llegue a convertirse en "una pesada e ineficiente carga". Por otra parte, defendió la elevación de las exigencias para llegar a ser soldado, suboficial y oficial, con la exigencia de un título académico complementario. Igualmente, exhibió la reforma para que los militares heridos o discapacitados en el cumplimiento de su deber puedan seguir en las Fuerzas Armadas.
Finalmente, aseguró que, en Afganistán y Líbano, las fuerzas de seguridad locales ya están "casi listas" para asumir la responsabilidad, aunque advirtió de que aún no se debe "bajar la guardia", y resaltó los "excelentes resultados" de la lucha contra la piratería en el océano Índico.
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