En un contexto de creciente tensión, el gobierno israelí ha declarado que su ofensiva, que comenzó hace diez días, se enfoca exclusivamente en objetivos nucleares y militares. Sin embargo, informes recientes de una misión de expertos en derechos humanos indican que varios de estos ataques han infringido el principio de distinción establecido por el derecho internacional.
Según las fuentes consultadas, al menos 400 iraníes habrían perdido la vida como resultado de los bombardeos israelíes, con una mayoría significativa de las víctimas siendo civiles. Este dato resalta la gravedad de la situación y plantea serias preguntas sobre la legalidad y ética de las acciones militares llevadas a cabo por Israel.
Demandas internacionales y acceso a instalaciones nucleares
En medio del conflicto, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha solicitado acceso a las centrales nucleares que han sido afectadas por los ataques. Esta petición subraya la preocupación global respecto a la seguridad nuclear en la región y la necesidad de garantizar que no se produzcan daños irreparables en estas instalaciones críticas.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, la comunidad internacional observa con atención el desenlace de esta crisis. La respuesta a las alegaciones sobre violaciones del derecho internacional podría tener repercusiones significativas para ambos países involucrados.