La naturaleza, la tradición y la aventura se unen en un solo lugar, Sallent de Gállego, colocado estratégicamente en una ladera solana y hundido en el Valle de Tena.
Os propongo que comencemos a recorrer poco o poco sus calles y que nos empapemos de la historia que guarda en cada uno de los rincones que lo forman. Sus casas permiten que nos trasportemos al pasado, que nos adentremos por un tiempo en la tranquilidad de la naturaleza y que podamos empezar así a formar parte de ella.
Caminando por Sallent llegaremos hasta la Iglesia de la Asunción edificada sobre la precedente iglesia románica. Su estilo gótico aporta un halo mágico a este lugar donde os recomiendo buscar las ocho cruces de Calatrava que se encuentran en este santuario.
Nuestro paseo continuará por el que en su día fue el punto de encuentro y reuniones de Sallent, El Mentidero, que se encuentra en la calle principal. También destaca en su casco histórico el Puente Romano, de construcción medieval, que salva el curso del Aguas Limpias en mitad de la población.
En nuestro camino iremos hacia el Embalse de Lanuza, donde podremos contemplar una de las vistas más impresionantes del Valle de Tena. Antes de llegar al embalse veremos un lugar que en su día fue un pequeño pueblo fantasma, Lanuza. Sus casas fueron abandonadas forzosamente en los años 70 y ahora la historia ha hecho que cada vez que alguien pasa por allí se sienta atraído por la curiosidad, y entre a caminar por las calles que durante un tiempo se silenciaron y que hoy vuelven a acoger a sus vecinos.
Antes de despedirnos de la naturaleza y de la belleza que envuelve a Sallent, nos calzaremos las botas de montaña y nos adentraremos en alguno de sus senderos. Si lo preferís podréis hacer excursiones a Sardiniés, Escarrilla, El Portalet o Formigal un importante centro internacional para la práctica de esquí y deportes de nieve, y centro turístico de montaña.
Nuestra estancia en Sallent de Gállego nos va a permitir hacer barranquismo, rafting o senderismo, por ejemplo, en el Parque Natural de Ordesa. Una oportunidad única de disfrutar en familia o con amigos de la naturaleza. Solo así podremos decir que conocemos este pequeño lugar del pirineo aragonés y que nuestro viaje fue algo inolvidable. ¡Buen viaje, viajeros!
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