Para realizar estas actividades, había creado perfiles en las redes sociales desde los que publicitaba acciones de la organización terrorista yihadista denominada como 'Estado Islámico' (DAESH) entre los miembros de las comunidades musulmanes de su entorno inmediato.
El detenido convirtió la actividad de adoctrinamiento de su entorno en uno de sus principales objetivos, con el fin de incrementar el número de adeptos y posibles "combatientes". Sus actividades también iban destinadas a demostrar tanto la capacidad operativa del DAESH en las zonas en conflicto, como su cualificación técnica a la hora de elaborar contenidos.
Los mensajes propagandísticos lanzados, que han sido obtenidos en esta investigación, implicaban un llamamiento a la acción en una doble vertiente: por una parte la llamada a los musulmanes para que acudan a Siria e Irak a formar parte del autoproclamado Califato, y por otra, a aquellos que no pueden viajar, a que cometan acciones terroristas de modo autónomo en sus respectivos países de origen o residencia.