En un comunicado, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha advertido de que los ataques de los terroristas podrían provocar un mayor número de desplazamientos, tanto dentro del país como hacia Camerún, Níger y Chad, lo que podría desestabilizar la región.
"Estamos preocupados por el impacto de la crisis en la región y las posibles amenazas a la paz y la seguridad de los países vecinos, en caso de que se extienda la insurgencia de Boko Haram", ha afirmado el director de Operaciones de la OIM, Mohamed Abdiker.
El grupo terrorista nigeriano, que trata de instaurar un estado islámico en el norte del país, ha matado a miles de personas desde 2009, en lo que se percibe como la mayor amenaza a la seguridad en el principal productor de petróleo de África.
En sus últimos ataques perpetrados en enero, los milicianos de Boko Haram perpetraron su ofensiva más letal en el noroeste de Nigeria, causando 2.000 muertos en una semana.