Al menos, así lo afirma un artículo publicado en la revista American Journal of Public Health. Los datos han sido recogidos por un grupo de expertos liderados por la Doctora Becky Freeman, de la Escuela de Salud Pública de Sídney.
Concretamente, los investigadores han determinado que esta red social favorece mediante diferentes técnicas de marketing el consumo de comida pobre en nutrientes en adultos jóvenes y menores de edad.
“Nuestros hallazgos muestran que la comercialización de alimentos y bebidas poco saludables es prolífica y está perfectamente integrada dentro de las redes sociales”, destacó la responsable.
Entre las diferentes técnicas que utilizan las marcas, el grupo critica que se lleven a cabo concursos para mejorar su imagen a través de la Web y que en ningún momento hablen de las contraindicaciones de sus productos.