En una comparecencia junto al presidente de turno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el suizo Didier Burkhalter, el jefe del Kremlin insistió en sus reivindicaciones de un diálogo político inclusivo como fórmula para resolver la crisis en Ucrania.
En ese sentido, reiteró que Kiev y los separatistas, que convocaron la consulta sobre la independencia de sus territorios para crear un nuevo Estado que se llamaría "Novorossia" (Nueva Rusia), deben entablar conversaciones para atajar sus discrepancias.
Como gesto de buena voluntad, Putin también dio por vez primera el visto bueno de Rusia a las elecciones presidenciales en Ucrania, previstas para el 25 de mayo, al asegurar que son "un paso en la buena dirección".
"Pero éstas no deciden nada si todos los ciudadanos de Ucrania no entienden cómo se garantizarán sus derechos después de la celebración de las elecciones", subrayó, en clara alusión a la minoría prorrusa.