El ministro Hayashi, que ha descrito el fallo como "lamentable y profundamente decepcionante" no se ha pronunciado sobre qué pasará con los programas de investigación futuros, según ha destacado la cadena de televisión pública japonesa, NHK.
Asimismo, ha argumentado que las ballenas son una importante fuente de alimentos, al igual que cualquier otra especie marina, y ha apuntado que Japón mantiene su posición inicial de usarlas de manera sostenible y con fines científicos.
Horas antes, el Gobierno japonés expresó su "profunda decepción" por la sentencia, si bien se comprometió a cumplir la resolución judicial y revocar todos los permisos emitidos a los balleneros.
El mismo discurso ha mantenido el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Noriyuki Shikata, quien afirmó que Japón "lamenta y está profundamente decepcionado" por la sentencia, según declaraciones recogidas por el periódico 'Asahi Shimbun' en su edición digital.
Por su parte, desde Australia, país impulsor de la denuncia, su fiscal general, George Brandis, ha manifestado su satisfacción por la sentencia y ha destacado que "tanto Australia como Japón se habían comprometido en distintas ocasiones a aceptar y respetar la decisión del tribunal".
"Como Estado que respeta el Estado de derecho (...) y como miembro responsable de la comunidad global, Japón cumplirá la sentencia del tribunal", añadió Shikata.