En rueda de prensa desde Bruselas, al término del Consejo Europeo, Mariano Rajoy, ha rechazado hacer declaraciones que contribuyan "a generar más problemas", porque su "posición" es bien conocida por el 'president'.
El jefe del Ejecutivo no ha querido confirmar si la Asamblea Nacional Catalana (ANC) que preside Carme Forcadell podría ser ilegalizada si el Gobierno lo impulsa, como apuntan algunos medios y le exigen desde los sectores más duros del partido, pero ha pedido a Mas -a quien se ha dirigido en la mayoría de sus referencia a Cataluña- que se centre en el "objetivo nacional" que es la "recuperación económica" y evite asuntos que "no contribuyen a generar un ambiente positivo".
Rajoy, que ha sugerido al jefe del Ejecutivo catalán que "mire por dónde va el mundo en el año en el que vivimos" —año que ha confundido con el 2011— y lo ha ilustrado con la petición de Ucrania para entrar en la UE (no con la de Crimea de salir de ella), cuando si Catalunya se independizara de España, saldría de la Unión y del euro y quedaría "aislada internacionalmente".
El presidente no ha querido dar detalles sobre su estrategia para el debate del 8 de abril en el Congreso, cuando se rechazará mayoritariamente la petición del Parlament para que la Generalitat asuma la competencia de convocar la consulta soberanista el 9 de noviembre de este año.
Rajoy no ha confirmado si él será quien intervenga ese día en nombre del PP ("No lo sabemos"), aunque, tal vez por efecto de otro lapsus, ha dicho en primera persona que "la posición que voy a defender es conocida: defensa de la Constitución y de las leyes".