Esta será una de las tareas que el regulador tiene previsto acometer a lo largo de este ejercicio, según consta en el plan de actividades 2014, dado a conocer por la presidenta del organismo, Elvira Rodríguez, quien ha precisado que la aplicación de esta medida estará condicionada a la aprobación de la reforma de la Ley del Mercado de Valores.
El objetivo de esta iniciativa es doble: supervisar cómo se produce realmente la transmisión de información al cliente, especialmente la información verbal, y comprobar el grado de conocimiento de los productos ofrecidos por parte del personal de la red comercial de las entidades.
De este modo, la Comisión pretende dar un impulso a la supervisión preventiva para evitar que se produzcan en el futuro polémicas como la ocurrida con la venta de participaciones preferentes a clientes minoristas.
"El mystery shopper será un controlador, pero no se identificará como tal, sino como un interesado más que se acerca a la entidad. Su función será tomar nota de cómo le ofrecen el producto, del conocimiento del vendedor y de la información que le aporta", ha señalado Rodríguez, quien ha apuntado que esta figura ya funciona en Holanda, Bélgica y Francia.