"Si las protestas continúan, podría renunciar", ha afirmado el político croata, una postura que no comparte el representante bosniaco (musulmán bosnio) de la Presidencia de Bosnia y Herzegovina, Bakir Izetbegovic.
Izetbegovic ha afirmado que tiene la "obligación" de "mantener la estabilidad y la seguridad" de Bosnia y que seguirá haciéndolo "hasta el final", con una apuesta por el "diálogo con los ciudadanos descontentos" para encontrar vías "para resolver" los problemas que denuncian.
El presidente Komsic e Izetbegovic han acordado reunirse para abordar la crisis desatada por las manifestaciones, que comenzaron la semana pasada con las protestas en Tuzla por el cierre de varias fábricas y se extendieron a las principales ciudades del país.
Komsic subraya que hay que aceptar la crisis que vive Bosnia que no va a ser resuelta por "ningún partido" ni "por Serbia ni Croacia".